Es una evidencia decir que Luis Suárez ha sido uno de los mejores delanteros que han pasado por el Atlético de Madrid durante las diferentes etapas de Diego Pablo Simeone. Un futbolista para el recuerdo, no solo en el club colchonero, sino en la historia del fútbol, siendo para muchos el mejor "9" del mundo durante gran parte de su carrera. Y no es para menos, pues ha sido un auténtico "killer" allá a donde ha ido, independientemente del país, independientemente del club.
En el Atlético de Madrid dejó en las memorias de la afición colchonera momentos inolvidables, como aquel gol en Valladolid que terminó decantando el undécimo título liguero de su historia. Aquel año, Luis Suárez anotó 21 goles que acercaron cada vez más al Atlético de Madrid a quedar por delante de los gigantes españoles, el Real Madrid y el FC Barcelona. Fue su mejor campaña en el Metropolitano, pues en la temporada 21/22 no pudo igualar ese registro al quedarse en los 13 tantos.
Sin embargo, su paso por el Atlético de Madrid le sirivió, no solo para llevarse su último título en España, sino para que fuera despedido con un gran homenaje en Madrid. Las lágrimas de Luis Suárez en el círculo central del Metropolitano, mientras toda la afición coreaba su nombre, demostraron el gran vínculo que se gestó durante dos años. Sus compañeros también lo sintieron así, pues Luis Suárez también es un futbolista que hace piña, un líder sin brazalete que ayudó siempre a quien lo necesitara en todo momento.
La historia de Giuliano Simeone
Incluso a los más jóvenes como Giuliano Simeone, quien contó una anécdota muy curiosa que tuvo junto a Luis Suárez. Todo sucedió, según el joven delantero argentino, en una etapa en el filial del Atlético de Madrid donde "venía jugando pero no llevaba una buena racha de goles...". A pesar de ello, "me citan con la Primera y mientras estaba desayunando se me ocurrió preguntarle a Luis Suárez por qué él jugaba con la mano vendada".
La respuesta del "pistolero" no pudo ser más acertada en aquel momento para Giuliano Simeone. "me contó que un día se vendó, metió tres goles y entonces no se sacó más la venda. Yo, que venía con mala racha con los goles, me dije pruebo y me puse la venda en la muñeca y esa vez ganamos y metí dos goles".
Algo que Giuliano Simeone sintió como una señal, pues "de ahí en más juego siempre con la mano vendada". Y no le ha ido nada mal desde entonces, pues su gran temporada en el filial rojiblanco le sirvió para debutar posteriormente con el primer equipo del Atlético de Madrid. Tras ello, el argentino ha tenido dos cesiones a Zaragoza y a Alavés donde dejó muy buenas sensaciones, y en la actualidad se encuentra disputando los Juegos Olímpicos con su selección.
Y en cada uno de los partidos que ha disputado, él siempre ha llevado esa venda de Luis Suárez. Un consejo de "killer" a futuro "killer" que Giuliano Simeone seguro que llevará muy dentro de él en la actualidad.