El Atlético de Madrid ha confirmado la salida de Santiago Mouriño al Alavés en un movimiento que marca el final de su breve y poco destacado paso por el club colchonero. Mouriño, central uruguayo que llegó al Atlético en el verano de 2023, ha sido traspasado al Alavés sin haber disputado ni un solo partido con la camiseta rojiblanca. Esta operación destaca una vez más el enfoque del Atlético por ajustar su plantilla y liberar espacio para nuevas incorporaciones.
Santiago Mouriño, quien fue cedido la pasada temporada al Real Zaragoza, no logró ganarse un lugar en el primer equipo del Atlético de Madrid. La falta de oportunidades y su rendimiento limitado durante su cesión en Zaragoza llevaron a la decisión de que el club buscara una salida definitiva para el jugador.
Una decisión financiera
El Atlético de Madrid, bajo la dirección de Diego Simeone, ha tenido que tomar decisiones difíciles para optimizar su plantilla. La venta de Mouriño no solo libera espacio en la plantilla, sino que también permite al club inscribir a nuevos jugadores dentro del límite salarial. El fichaje de Clement Lenglet ha sido una de las prioridades del Atlético, y la salida de Mouriño, junto con la de otros jugadores, facilita la incorporación del defensa francés.
El caso de Mouriño ilustra las complejidades y desafíos de gestionar una plantilla de alto nivel en el fútbol moderno. A pesar de que el jugador mostró potencial en sus primeras etapas, no logró adaptarse al nivel exigente del Atlético de Madrid. Su desempeño durante su cesión y su breve paso por el club no fueron suficientes para ganarse la confianza de Simeone y asegurar su lugar en el equipo.
Por su parte, el Alavés, que ha adquirido a Mouriño por un contrato de cinco años, espera que el central uruguayo pueda demostrar su valía en LaLiga. La transferencia incluye una cláusula de recompra, lo que permite al Atlético de Madrid la posibilidad de recuperar al jugador en el futuro si llega a destacar en el equipo vitoriano. Esta cláusula refleja la esperanza del club rojiblanco de que Mouriño pueda desarrollarse y, quizás, convertirse en un jugador valioso en el futuro.