La crisis está completamente instaurada en el Atlético de Madrid tras la derrota de ayer ante Lille en la tercera jornada de la Champions League. Los rojiblancos mostraron dos caras muy diferentes, con una primera mitad casi perfecta y una segunda parte de mucha relajación. El equipo francés fue capaz de remontar el inicial tanto de Julián Alvarez y los colchoneros se encuentran cerca de abismo.
Uno de las pocas notas positivas que se pueden sacar del encuentro es el buen nivel de Javi Galán, quien pudo volver a estar a la altura exigida. El lateral español parece haber convencido totalmente Simeone y ya se ha hecho dueño indiscutible del carril zurdo. Por el contrario, el principal afectado es Samu Lino, quien saltó en la segunda mitad, pero está muy lejos del buen nivel del curso pasado.
Samu Lino pierde su sitio
El brasileño era uno de los jugadores que más expectativas había creado esta temporada tras su buen nivel la campaña anterior. Había logrado adaptarse al carril zurdo, una posición que era totalmente desconocida para él, aunque tuvo poca competencia. Superó sin problemas a Rodrigo Riquelme y Javi Galán, terminando la temporada siendo elegido como el mejor jugador del equipo rojiblanco.
Sin embargo, no queda casi nada de aquel Samu Lino, a pesar de empezar el curso siendo titular en diferentes posiciones. Simeone le utilizó tanto como carrilero como mediapunta, pero sin llegar a destacar en ninguno de esos puestos en los primeros en partidos. Ahora, ya se puede decir que ha perdido completamente su hueco en el equipo titular, transformándose en un revulsivo.
Anoche, saltó en la segunda mitad cuando el Atlético de Madrid necesitaba una reacción si no quería perder otro partido. Aunque tuvo una buena acción que detuvo el guardameta rival, la sensación es que sigue lejos de su mejor versión. Además, Javi Galán, su principal competencia, sigue mejorando con el paso de los choques y ya aparte como uno de los favoritos de Simeone.
Javi Galán revierte la situación
Muy pocos aficionados podrían haber confiado en que el ex del Celta de Vigo fuese capaz de reivindicarse y terminar siendo una pieza importante en el conjunto colchonero. Desde sus buenos minutos ante el Real Madrid, ha logrado encontrar la regularidad, siendo titular en los últimos tres partidos. Ayer, fue una de las pocas notas positivas, dando un buen nivel en defensa y sin miedo para subir el balón jugado desde atrás.
Obviamente, y habiendo visto una cartulina amarilla, terminaría siendo sustituido cuando Simeone buscaba un planteamiento más ofensivo. Aún así, parece que el extremeño se puede considerar como un insustituible para el técnico argentino en estos momentos. Mucho tendrán que mejorar Rodrigo Riquelme y Samu Lino si quieren tener más protagonismo en este equipo.