El Atlético de Madrid está pasando por su mejor momento de la temporada, en cuanto a resultados y en cuanto a juego. Los de Simeone suman siete triunfos consecutivos entre todas las competiciones y son claros aspirantes a levantar algún título. Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas este año, pues tras la derrota ante el Betis surgieron muchas dudas.
MARCA ha comentado en un artículo lo que sucedió tras ese encuentro y el porqué el cambio de mentalidad en el equipo. Algo que ha hecho que ahora todos vayan a una y sea una plantilla sacrificada y solidaria.
El día después de la derrota: la charla que cambió el destino del Atlético de Madrid
La derrota del Atlético de Madrid frente al Betis en el Villamarín fue una de esas caídas que duele más por la forma que por el resultado. Simeone y sus jugadores no solo perdieron, sino que la imagen de juego fue tan desdibujada que parecía distante de los principios que han hecho grande al Atlético de Madrid. Simeone sabía que, aunque perder podía ser parte del fútbol, lo que no podía tolerar era la falta de identidad y compromiso que mostraron.
La mañana siguiente a la derrota en Sevilla fue un día atípico para los rojiblancos. Normalmente, tras un mal resultado, los jugadores se dirigen rápidamente al gimnasio para recuperarse, pero esta vez el Cholo convocó a todo el equipo para una reunión en el Cerro. No era solo una charla táctica, sino una reflexión profunda sobre lo que realmente estaba en juego: el ADN del Atlético de Madrid.
La crisis de identidad del Atlético de Madrid: la falta de contundencia y unidad
Durante esta charla, Simeone fue muy claro y directo con sus jugadores: el problema no era perder, sino cómo se perdió. En sus palabras, lo que no se podía permitir era que el equipo dejara de ser el Atlético de Madrid. El Cholo recordó a sus jugadores los principios innegociables que siempre habían caracterizado al equipo, principios que tienen que ver con la actitud y el compromiso.
Simeone habló de la importancia de jugar como un bloque, de que cada jugador debía anteponer el colectivo a su propio ego. De la necesidad de ser un equipo solidario, donde cada uno cubriera la espalda del otro en cada acción. El Atlético de Madrid siempre ha destacado por ser un conjunto ferozmente unido, un equipo que nunca da un balón por perdido, que lucha hasta el último minuto.