El Atlético de Madrid comenzó su pretemporada con mal pie tras caer por 1-0 ante el Oporto en el Estadio do Dragão. Fue un partido flojo, con escasa posesión y prácticamente sin ocasiones claras. A pesar del debut de los seis nuevos fichajes, el equipo no logró transmitir buenas sensaciones ni en juego ni en actitud.
Un mal partido
El tanto del equipo portugués llegó en el primer tiempo, en una acción bien elaborada que culminó Froholdt. El Oporto fue superior durante todo el encuentro, y si no amplió su ventaja fue gracias a varias intervenciones de Oblak. Gabri Veiga, Borja Sainz y Samu rozaron el segundo gol, mientras el Atlético de Madrid apenas se asomó al área rival.

Simeone probó con muchos cambios y dio minutos a todos los recién llegados: Baena, Ruggeri, Hancko, Almada, Cardoso y Pubill. El técnico argentino busca encajar piezas en un nuevo rompecabezas, pero la falta de ritmo, profundidad y precisión fue evidente. La mejor ocasión rojiblanca fue un disparo lejano de Julián Alvarez que se estrelló en el larguero, justo antes del 1-0 del Oporto.
La preocupación de Miró
En este contexto, Gonzalo Miró, conocido aficionado del club y comentarista habitual en El Partidazo de COPE, no se mordió la lengua. Tras el encuentro, lanzó una crítica contundente al equipo de Simeone: “Ha sido más de lo mismo. Un equipo que no juega a nada”, dijo con tono serio y gesto de resignación. Sus palabras generaron debate, incluso entre los seguidores más fieles del Atlético.
El propio Miró matizó que aún es pronto para sacar conclusiones definitivas, pero dejó claro que esperaba más del equipo. “Habrá que tener paciencia”, añadió, aunque insistió en que no se trata solo de resultados, sino de sensaciones. Para él, lo preocupante es ver que, con tantos cambios, el estilo sigue sin definirse y las ideas no fluyen en el campo.
El Atlético de Madrid tendrá más partidos en las próximas semanas para afinar su funcionamiento y consolidar su nuevo proyecto. Pero si algo ha dejado claro esta derrota es que el camino no será fácil y que tanto los jugadores como el cuerpo técnico tienen trabajo por delante. Y como dejó caer Gonzalo Miró, la exigencia de la afición no entiende de pretemporadas.