Julián Alvarez ha sido la máxima estrella del Atlético de Madrid durante esta temporada y es uno de los mejores delanteros del mundo. Desde hace tiempo, se habla sobre un supuesto, pero ciertamente irreal, interés del Barcelona en el jugador argentino. Desde algunos medios de comunicación comentan que el club catalán desea a Julián para el verano de 2026, como reemplazo de Robert Lewandowski.
Enrique Cerezo responde
Preguntado por la prensa sobre el supuesto deseo de Joan Laporta de ver a Julián vestido de azulgrana, el presidente colchonero respondió con una frase tan irónica como contundente. “Y a mí me gusta Lamine Yamal (risas). Tenemos los mismos gustos”. Con este dardo, Cerezo dejó clara su postura sobre este tema tan hablado en la prensa mundial durante toda la temporada.
El mandatario del Atlético de Madrid fue todavía más directo. “Julián es un jugador nuestro, está encantado y lo será por muchos años. Se ha criado aquí y morirá en el Atlético de Madrid”, aseguró. Palabras que reafirman que el club no tiene intención alguna de negociar por su delantero estrella.
Una estrella mundial a las órdenes de Simeone
Desde que llegó procedente del Manchester City, Julián ha brillado con luz propia. Con 29 goles y 6 asistencias en su primera temporada, el argentino ha sido el líder ofensivo del conjunto de Diego Simeone. Su entrega, carisma y goles han conquistado al Metropolitano, que lo ve como el nuevo ídolo.
Mientras en Barcelona se habla de reforzar la delantera de cara al próximo curso, los ojos se han posado en la Araña. Pero el problema no solo es el precio, que supera los 75 millones fijos más variables, sino también el factor sentimental que une al jugador con el Atlético. Para Cerezo, no hay debate posible.
El interés azulgrana por Julián llega en un contexto de reconstrucción. Con Lewandowski entrando en la recta final de su carrera, Laporta y Hansi Flick buscan alternativas de primer nivel. Julián cumple con el perfil, pero desde el Metropolitano no están dispuestos a abrir negociaciones, por mucho que su nombre suene en los despachos del Camp Nou.