El estadio del conjunto rojiblanco era el Estadio Vicente Calderón, situado en pleno Manzanares. El estadio, con capacidad para 54.581 espectadores, estaba admitido por la UEFA en la categoría de cinco estrellas, lo que supone que cumple con los requisitos más exigentes y podría haber sido escenario de la final de la Champions League.
El estadio era único en el mundo por su arquitectura elegante. La carretera pasaba directamente por debajo de la tribuna principal, que estaba cubierta por una cubierta. Por eso, las dos esquinas estaban abiertas, algo que tampoco es muy habitual.
Todos los asientos estaban decorados con los colores del club, rojo, blanco y azul, por lo que el estadio vacío parecía bastante impresionante. Sin embargo, era incomparable la experiencia cuando los rojiblancos, conocidos en todos los aspectos como la "mejor afición de España", transformaban el estadio en un caldero de brujas.
Los cánticos entonados por el infame "Frente Atlético" en la orilla sur comienzan ya antes del inicio del partido. Incluso si el Atlético pierde, los aficionados siguen creando un buen ambiente hasta bien entrado el pitido final.
Visitar un partido en casa del Atlético de Madrid, o en el mejor de los casos un derbi contra su archirrival, el Real Madrid, es un momento culminante que no se olvida tan fácilmente.
Cerro del Espino, Centro de entrenamiento
El moderno centro de entrenamiento del Atlético se encuentra en Majadahonda, un barrio de Madrid. El recinto deportivo cuenta con varios campos de césped y césped artificial, así como un complejo de edificios con vestuarios, restaurante, cafetería e instalaciones para conferencias de prensa.
El estadio Cerro del Espino, con capacidad para 3.500 espectadores y donde el Atlético de Madrid B juega sus partidos como local, fue inaugurado en 1995. En Majadahonda se puede ver tanto al primer equipo del Atlético durante los entrenamientos como al equipo B, el equipo femenino y las categorías inferiores.