En el mundo del fútbol, los jóvenes talentos a menudo deben tomar decisiones difíciles para seguir creciendo en sus carreras. Este es el caso de Javi Montero, un canterano del Atlético que, tras un período de adaptación y búsqueda de minutos, ha encontrado su lugar en el Racing de Santander. Hoy, Montero se ha convertido en uno de los mejores defensores de la Segunda División española, y su historia merece ser contada.
La travesía de Javi Montero
Javi Montero comenzó su carrera futbolística en el AD Nervión antes de unirse a las categorías inferiores del Atlético de Madrid en 2014. Su talento no pasó desapercibido, y en 2018, el entrenador del Atleti, Diego Simeone, lo convocó para la pretemporada del primer equipo. Este fue un momento crucial para Montero, quien entonces tenía 19 años y mostraba grandes habilidades defensivas, aunque todavía era joven y algo verde para el alto nivel exigido en LaLiga.
Durante su tiempo con el primer equipo, Montero participó en 14 partidos oficiales, incluyendo encuentros de Liga, Copa y Champions. Sin embargo, su camino no estuvo exento de desafíos. Recordado por llevar gafas protectoras debido a una operación de desgarro de retina, Montero dejó una huella en los aficionados del Atleti. Su dedicación y esfuerzo en el campo eran admirables, pero no fue suficiente para ganarse un puesto fijo en el equipo.
Búsqueda de minutos y nuevos horizontes
Consciente de que necesitaba más tiempo de juego, Montero tomó la difícil decisión de salir cedido. En la temporada 2019-2020, se unió al Deportivo de La Coruña, un movimiento que resultó desafortunado, ya que el equipo descendió a Segunda B. Sin embargo, la adversidad no detuvo su ambición. Montero comenzó una aventura internacional que lo llevó a clubes como el Beşiktaş, donde ganó el triplete en Turquía, y luego al Hamburgo y al Arouca en Portugal.
Finalmente, su viaje lo llevó de regreso a España, donde fichó por el Racing de Santander. Esta temporada, Montero se ha establecido como una pieza clave en el centro de la defensa del equipo cántabro. Desde su llegada, ha sido titular indiscutible, jugando prácticamente todos los minutos y destacando por su alto nivel de rendimiento.
El impacto en el Racing
En el Racing, Montero ha formado una sólida pareja de centrales, aunque su compañero ha variado en función de las sanciones y tácticas del entrenador. Su capacidad para salir con el balón jugado y su sólida defensa han contribuido a que el equipo muestre un rendimiento notable en la liga. La única tarjeta amarilla que ha visto en nueve partidos refleja su madurez y control en el campo.