El Atlético de Madrid no se detiene en su búsqueda de jugadores que puedan elevar el nivel competitivo del equipo, La dirección deportiva colchonera trabaja con discreción pero con ambición. El objetivo es claro: encontrar futbolistas que encajen en el estilo de Simeone y que aporten desequilibrio en los metros finales. Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del club, está decidido a dar un salto de calidad.
El Atlético quiere volver a luchar por títulos y necesita piezas clave para lograrlo, la afición pide un jugador distinto, alguien que marque la diferencia en partidos cerrados. El mercado ofrece opciones, pero no todas son accesibles, la prioridad es incorporar talento ofensivo. Gil y Simeone quieren jugadores con capacidad para romper líneas, generar peligro y decidir encuentros.

El club analiza perfiles que combinen juventud, experiencia y ambición, y hay uno que destaca por encima del resto. Un futbolista que ya ha brillado en LaLiga y que podría encajar perfectamente en el esquema rojiblanco. Un jugador que además puede abrir las puertas del mercado asiático, algo fundamental en las intenciones de Gil Marín para revalorizar el club, se trata de Takefusa Kubo.
Takefusa Kubo: el deseado por Gil Marín para el Atlético de Madrid
El nombre del japonés, suena con fuerza en los despachos del Metropolitano, el nipón es el gran sueño de Gil Marín. Su rendimiento en la Real Sociedad ha sido sobresaliente, ayer, ante el Valencia, marcó un golazo desde la frontal del área. Un disparo seco, preciso y potente, una muestra clara de su calidad y que a sus 24 años, tiene mucho todavía que mejorar, y con un entrenador como Simeone puede explotar.
Take Kubo tiene pasado en el FC Barcelona, en Japón, en el Real Madrid y en el Mallorca, su evolución ha sido constante. En San Sebastián ha encontrado continuidad y protagonismo, su capacidad para desequilibrar, su visión de juego y su técnica lo convierten en uno de los jugadores más atractivos del campeonato. Aunque cuenta con un gran handicap, Japón no permite las dobles nacionalidades, por lo cual sería extracomunitario, y eso obliga a que salga mínimo o Molina o Gallagher.
60 millones de cláusula
El Atlético tendría que liberar una plaza para poder inscribirlo, además, la Real Sociedad no quiere negociar. Remite a su cláusula de rescisión: 60 millones de euros, una cifra elevada, pero que refleja el valor del jugador en el mercado actual. El impacto mundial de un fichaje como el de Take, abriría las puertas de muchos patrocinadores al club colchonero.
El club rojiblanco no descarta ninguna vía, se estudian fórmulas para abaratar la operación, la voluntad del jugador puede ser clave, Kubo quiere dar un paso adelante en su carrera. Y el Atlético le ofrece un proyecto ambicioso, con protagonismo y exigencia, El japonés se ha dejado querer. Su entorno ya ha hecho llegar el mensaje: está dispuesto a salir.
Otro problema que no es menor, es que el Real Madrid tiene el 50% de la plusvalía de un futuro traspaso de Takefusa Kubo. Los rojiblancos no quieren darle dinero a su eterno rival, incluso valoran opciones de algún intercambio de jugadores.