El Atlético de Madrid vuelve a poner el radar en la Segunda División y esta vez podría llevarse una joya antes que nadie. El protagonista es Christian Kofané, delantero camerunés de solo 18 años que brilla con el Albacete.
Sensación de la segunda vuelta
Kofané se ha convertido en la gran sensación de la Liga Hypermotion, con seis goles en sus primeros quince partidos como profesional. Su impacto ha sido tal que media Europa está siguiendo sus pasos. Pero el Atlético de Madrid ha sido uno de los primeros en moverse.

Desde que brilló en juveniles, donde marcó seis goles en los seis primeros partidos, los ojeadores colchoneros tomaron nota. Lo vieron humilde, centrado y con un potencial tremendo. Un perfil que encaja perfectamente con la política de fichajes que impulsa Gil Marín.
Un futbolista con gran futuro
El club manchego se negó a cederlo en invierno, consciente de que podría marcar diferencias. No se equivocaron: cinco de sus seis goles llegaron en los últimos siete encuentros, cuando el equipo más lo necesitaba. Su irrupción ha sido clave para que el Albacete roce la permanencia.
Su cláusula es de solo cinco millones de euros. Un precio de ganga para cualquier gran club, pero sobre todo para un Atlético de Madrid que ya ha demostrado saber apostar por talento precoz. Gil Marín ve en Kofané una operación redonda: coste bajo, techo alto y robo directo al Barça, que también lo sigue de cerca.
Medio Europa detrás de él
Además del Atlético y el Barça, también han preguntado clubes como el Real Madrid, Betis, Villarreal, y varios gigantes europeos: Manchester United, Newcastle, Aston Villa, Lille y Mónaco. La competencia es feroz, pero los rojiblancos parten con ventaja. El futbolista tiene contrato con el Albacete hasta 2031.
Eso da cierta tranquilidad al club, pero también significa que cualquier salida pasa sí o sí por abonar su cláusula. En el Metropolitano lo saben, y estarían dispuestos a ejecutarla cuanto antes para evitar subastas de verano. El Atlético de Madrid quiere cerrar cuanto antes esta operación estratégica. Porque cuando ves a una joya brillar en Segunda, el siguiente paso es asegurarte de que lo haga en tu camiseta.