El mercado no se detiene en el Atlético de Madrid, y ahora todas las miradas apuntan a Santiago Mouriño. El joven central uruguayo podría convertirse en el próximo movimiento estratégico de Gil Marín. Según ha trascendido, el Villarreal ha fijado sus ojos en el defensor tras la grave lesión de Logan Costa, y la vía para su fichaje pasa directamente por el club rojiblanco.
El Atlético se plantea la recompra
Aunque Mouriño milita actualmente en el Deportivo Alavés, el Atlético aún conserva una opción de recompra sobre el jugador por una cantidad cercana a los 4 millones de euros. Una cláusula que en su momento parecía lejana, pero que ahora gana fuerza tras el interés amarillo y la necesidad urgente del equipo de Marcelino por reforzar la zaga.

El central uruguayo llegó al Alavés hace un año a cambio de dos millones, en una operación que incluía ese derecho preferente por parte del Atlético de Madrid. Mouriño firmó una gran temporada, consolidándose como uno de los defensores jóvenes más sólidos de LaLiga. Su buen rendimiento ha llamado la atención de clubes con más aspiraciones y músculo financiero.
Gil Marín quiere beneficio
El Villarreal necesita fichar un central cuanto antes, y su dirección deportiva se ha adelantado al tocar directamente la puerta del Atlético. El objetivo es claro: aprovechar la cláusula de recompra y adquirir a Mouriño sin negociar con el Alavés. Para el Atlético, sería una jugada redonda: recuperar al jugador a bajo coste y traspasarlo inmediatamente con beneficios.
Fuentes cercanas al club colchonero apuntan a que Gil Marín ya está trabajando en los detalles de esta posible operación. El modelo es similar al utilizado en otros casos recientes: retener cierto control sobre jugadores con potencial y reactivar su pase en función del mercado. El caso Mouriño encaja perfectamente en esa lógica.
Mientras tanto, en Vitoria, la situación preocupa. El Alavés teme quedarse sin el defensa por apenas 4 millones, una cantidad muy baja en comparación con su valor actual. Aunque no hay confirmación oficial, el club ya sospecha que algo se mueve entre bastidores. El Atlético de Madrid, una vez más, podría sacar rédito de su planificación a medio plazo.