César Azpilicueta está en la antesala de tomar una de las decisiones más importantes de su carrera. Con el final de su contrato con el Atlético a la vuelta de la esquina, el veterano defensor navarro se prepara para un último reto antes de colgar las botas. Y aunque su salida del Metropolitano es un hecho, el interés que ha despertado en dos clubes de LaLiga ha dado un giro total al escenario.
Una salida cantada
El Atlético de Madrid ya ha comunicado a Azpilicueta que no contará con él la próxima temporada. Diego Pablo Simeone, que ha valorado su profesionalismo y su influencia en el vestuario, ya piensa en una renovación de la zaga. La edad y las lesiones han limitado la continuidad del jugador, que solo ha tenido participación intermitente durante la campaña.
Pese a ello, el nombre de Azpilicueta no ha dejado de sonar en el mercado nacional. Osasuna y el Celta de Vigo son los dos clubes que quieren aprovechar su experiencia y jerarquía. Ambos han contactado con su entorno y le han trasladado propuestas muy diferentes, pero igualmente atractivas para el navarro.
Dos clubes españoles lo quieren
El interés de Osasuna tiene una fuerte carga sentimental. Azpilicueta se formó en Tajonar y debutó profesionalmente con el club rojillo, por lo que un regreso a Pamplona tendría un significado especial. Además, el equipo valora su posible liderazgo en un vestuario joven y su capacidad para reforzar una defensa que necesita jerarquía.
Por su parte, el Celta de Vigo presenta una propuesta más ambiciosa en lo deportivo. La directiva gallega ve en Azpilicueta un mentor ideal para sus jóvenes talentos y una pieza clave en su proyecto a medio plazo. Su capacidad para jugar en varias posiciones y su nivel competitivo siguen siendo activos valiosos.
Aunque Azpilicueta aún no ha tomado una decisión definitiva, su idea es continuar en España y mantenerse en la élite hasta el final de su carrera. Quiere seguir compitiendo, aportar desde la experiencia y terminar su trayectoria dejando huella en LaLiga.
La decisión final podría conocerse en cuanto se oficialice su salida del Atlético de Madrid. Mientras tanto, tanto en El Sadar como en Balaídos, siguen atentos a cada movimiento de un jugador cuya historia aún no ha terminado de escribirse.