En el Atlético de Madrid están atentos a las grandes promesas que puedan surgir en el mundo del fútbol, pero no siempre cierran esos fichajes. Ahora mismo, la máxima preocupación de la dirección deportiva es reforzar un centro del campo que no cuenta con futbolistas suficientes. De hecho, Simeone únicamente cuenta con cuatro piezas para tres posiciones, dejando a un lado a Thomas Lemar.
En enero es una prioridad encontrar a un centrocampista, pero en el equipo rojiblanco no se olvidan del mercado de verano. Se planean muchas salidas en el conjunto colchonero y la necesidad de encontrar refuerzos para todas las líneas. Hay un nombre que siempre ha gustado en el Metropolitano y, aunque renovó recientemente, es un sueño para el entrenador argentino.
Un escudero para Koke
Si hay una decisión importante esta campaña en el Atlético de Madrid es la suplencia del capitán rojiblanco en las últimas semanas. Koke no estaba en un buen momento y Simeone tomó la decisión de optar por otros de sus compañeros. Aún así, ha elogiado la forma que ha tenido el canterano de afrontar la situación y de aprovechar los minutos de los que dispone en las segundas partes.
Evidentemente, tanto Rodrigo de Paul como Pablo Barrios están a un gran nivel, formando el doble pivote habitual en la zona medular. Además, el cambio de esquema de Simeone hace que opte por dos jugadores de banda donde hace años que no juega Koke. Conor Gallagher y Samuel Lino se disputa la banda izquierda, mientras Giuliano Simeone es indiscutible la derecha.
En este contexto, la llegada de un refuerzo para la sala de máquinas parece inevitable en el mercado de invierno, habiendo nombres sobre la mesa. Sin embargo, se espera que en el verano se busque un jugador de gran nivel que pueda darle un salto de calidad al equipo. Uno de los nombres que siempre ha gustado es Nicolo Barella, quien ya fue un gran deseo Simeone cuando estaba en el Cagliari.
Un traspaso de 80 millones
No es una operación nada sencilla, pues el internacional italiano ha renovado recientemente con el Inter de Milán y sigue siendo una pieza clave. El Atlético de Madrid intentó su fichaje antes de salir del Cagliari, algo que afirmó este mismo verano su presidente. Reveló que Simeone le llamaba a todos los días, pero que los rojiblancos no pudieron hacer frente a las exigencias económicas.
Nicolo Barella siempre ha sido un nombre muy ligado al conjunto colchonero, pues encajaría a la perfección en el estilo de juego del técnico argentino. Es un futbolista muy trabajador, algo que ha demostrado bajo las órdenes de Inzaghi en las últimas temporadas. Tiene 27 años y su valor de mercado es de 80 millones de euros, cifra al alcance solamente de los grandes clubes.