Giuliano Simeone afronta la temporada con la ambición por bandera. Tras consolidarse el pasado curso como una de las sorpresas más gratas del Atlético de Madrid. El atacante argentino encara un año clave en su carrera.
La exigente pretemporada, los nuevos fichajes y la ilusión de la afición alimentan las ganas de un Giuliano que no se esconde. Quiere ganar títulos y estar en la lista de Argentina para el próximo Mundial.
El delantero rojiblanco recuerda con satisfacción lo vivido el año pasado, aunque insiste en que ahora todo empieza de cero. “Hay que centrarse en esta temporada desde ya”, afirma.

Su irrupción en el equipo de Simeone fue clave para la histórica racha de victorias del club, y ahora busca dar un paso más. Para ello, reconoce que debe seguir mejorando individualmente, especialmente “en los metros finales”, donde quiere tener “más pausa y tranquilidad”.
La ambición como motor del nuevo curso
La consigna en el vestuario está clara:el objetivo es ganar. Lo repitió el entrenador, lo remarcó el presidente y lo comparte Giuliano.
“Sabemos lo que es el Atlético y lo que viene haciendo en los últimos años. Ahora tenemos que ganar títulos”, asegura. A pesar de esa ambición, no olvida la esencia que ha marcado la era Simeone: el día a día, la mejora constante y el partido a partido como método de trabajo.
La plantilla se ha reforzado con incorporaciones que, según Giuliano, darán un salto de calidad al equipo. La conexión con futbolistas como Thiago Almada o Julián Álvarez promete elevar el nivel ofensivo. Mientras tanto, la afición responde con ilusión: “Es la mejor hinchada del mundo”, reconoce el jugador, agradecido por el apoyo constante incluso en la pretemporada.
El Mundial como sueño personal
Más allá de lo colectivo, Giuliano también tiene metas individuales. Tras superar una lesión grave, salvar al Alavés, disputar los Juegos Olímpicos y jugar con la absoluta de Argentina, se marca un objetivo claro: estar en el Mundial. “Este año es vital para mí”, afirma.
El reto pasa por mantener la regularidad, seguir creciendo y ganarse un sitio entre los elegidos de la Albiceleste. Mientras tanto, sueña con ver al Atlético en Neptuno. Y si puede ser con doble celebración, mejor.