El debate sobre el futuro de Rodrygo sigue encendido en el Real Madrid y las voces autorizadas del periodismo deportivo no dejan de aportar matices. Uno de los más contundentes ha sido Gonzalo Miró, quien en El Partidazo de COPE puso sobre la mesa una reflexión que ha generado revuelo. Su análisis fue directo: a veces no se trata de vender por la máxima cantidad posible, sino de hacerlo en el momento adecuado.
La comparación con Joao Félix
Para explicar su postura, Miró recurrió a un ejemplo cercano que todos recuerdan. El Atlético de Madrid vivió una situación muy parecida con Joao Félix, cuando rechazó una oferta multimillonaria del Manchester United pensando que llegaría otra mejor. Sin embargo, al año siguiente el valor del portugués se desplomó y el club rojiblanco nunca volvió a tener una propuesta tan elevada sobre la mesa.

El comunicador trasladó esa experiencia al caso de Rodrygo. "Escucho a muchos madridistas decir que si no pagan 100 millones, no se va. Pero no entiendo ese argumento", afirmó Miró en la tertulia. Su razonamiento es claro: si el brasileño no tiene espacio real en el esquema de Xabi Alonso, puede ser más beneficioso dejarle salir incluso por una cantidad inferior.
Un valor que puede ir bajando
Según el propio periodista, aceptar 60 millones ahora podría ser una operación positiva. Esa cantidad serviría para reforzar otras posiciones y dar protagonismo a futbolistas que vienen pisando fuerte. Además, el riesgo de esperar es evidente: dentro de un año, la cotización de Rodrygo podría caer drásticamente si su papel en el equipo sigue siendo secundario.
El ejemplo del Atlético de Madrid con Joao Félix no es solo una anécdota, sino una advertencia real sobre cómo cambia el mercado. Miró recalcó que las decisiones no deben basarse únicamente en las cifras de traspaso, sino en la utilidad del jugador y en el proyecto deportivo que quiere construir el entrenador. En otras palabras, el valor de un futbolista también se mide por lo que resta si no encaja.
Para el Real Madrid, el caso Rodrygo es un dilema que va más allá de lo económico. El brasileño todavía tiene cartel internacional y, pese a las dudas actuales, sigue siendo un activo muy atractivo. Sin embargo, la reflexión de Gonzalo Miró deja claro que esperar demasiado puede suponer un coste mayor que vender antes de tiempo.