La elección de Rafael Louzán como nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha generado controversia desde sus primeras declaraciones públicas. El dirigente gallego, que sucedió a Luis Rubiales en el cargo, no ha tardado en desatar la indignación de una parte importante del fútbol español. Pocas horas después de su elección, ha declarado públicamente cuál es el equipo de fútbol al que apoya.
Un presidente abiertamente madridista
En una reciente entrevista con TeleMadrid, Louzán no solo elogió al Real Madrid, sino que también dejó claras sus simpatías por el club blanco. “El Real Madrid, por lo que significa, es el mejor embajador que tiene España por el mundo. Primero voy a intentar verme con Florentino Pérez en la final de Doha y ponerme a su entera disposición”, afirmó el nuevo presidente de la RFEF.
Además, Louzán no dudó en alabar la gestión de Florentino Pérez: “Hace mucho que le conozco y tengo una gran admiración por su trabajo, por dónde ha llevado a este club. Todo el madridismo estamos muy contentos por la gestión que ha hecho”. Estas declaraciones han desatado un auténtico terremoto mediático, especialmente entre los aficionados del Atlético de Madrid. Consideran inadmisible que el máximo representante del fútbol español haga gala de una afinidad tan explícita hacia un equipo en particular.
Reacciones en el Atlético de Madrid
En las redes sociales, los seguidores del Atlético de Madrid no han ocultado su descontento. Muchos consideran que las palabras de Louzán generan una falta de neutralidad que podría influir en las decisiones de la RFEF. Algunos mensajes en X (antes Twitter) reflejaban la indignación:
"Un presidente de la Federación Española de Fútbol que se declara madridista y ‘a disposición’ de Florentino Pérez… ¿Dónde queda la imparcialidad?".
El peligro de estas declaraciones
Las palabras de Rafael Louzán no solo afectan al Atlético de Madrid, sino que ponen en entredicho la credibilidad de la RFEF en su conjunto. Estamos en momento en el que el fútbol español intenta recuperar la confianza tras los escándalos que marcaron la presidencia de Rubiales. Estas declaraciones podrían suponer un paso atrás en términos de imparcialidad y transparencia.
Además, su posición pública a favor del Real Madrid podría ser utilizada como argumento en futuros debates sobre arbitrajes, calendario y decisiones administrativas que involucren a los clubes de LaLiga.