La reciente acción de Endrick, delantero del Real Madrid, en el partido ante el Alavés ha generado una gran controversia en el entorno del fútbol. En el minuto 81, mientras esperaba un centro en el área, Endrick cometió una agresión contra Mouriño, defensor del Alavés, al propinarle una patada en sus partes nobles. Sorprendentemente, el árbitro no mostró tarjeta roja, y el VAR tampoco intervino, dejando pasar una jugada que muchos consideran de expulsión directa.
Las redes sociales se incendian con la jugada
Las redes sociales rápidamente se llenaron de críticas hacia la decisión arbitral, con cientos de usuarios denunciando lo que consideran un claro error que favoreció al Real Madrid. Para muchos, la acción de Endrick era merecedora de una tarjeta roja inmediata, y la falta de intervención del VAR ha sido un tema de debate intenso entre los aficionados.
Luis García Plaza, entrenador del Alavés, no ocultó su indignación en la rueda de prensa posterior al partido. "La roja de Endrick es clarísima, tendríamos que haber jugado los últimos 10 minutos contra 10", señaló el técnico. Además, destacó que no entiende por qué el VAR no solicitó la revisión de la jugada, a pesar de la claridad de la agresión. "Es roja, no hay discusión, la intención de pegar es evidente, y no entiendo por qué no se revisó", añadió.
Preocupación en el Atlético de Madrid
Esta polémica llega en un momento delicado, justo antes del esperado derbi entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, lo que ha generado aún más tensión entre ambas aficiones. Los seguidores del Atlético también han mostrado su preocupación ante lo que consideran un arbitraje permisivo hacia el Real Madrid, especialmente en partidos de alta importancia. La jugada de Endrick ha encendido los ánimos, y muchos temen que este tipo de decisiones puedan repetirse en el derbi.
Por su parte, el Atlético de Madrid continúa preparando el partido clave con la vista puesta en las decisiones arbitrales que podrían influir en el desarrollo del encuentro. La falta de sanción a Endrick no solo ha generado malestar en el Alavés, sino que ha puesto a toda LaLiga en debate sobre la necesidad de una mayor rigurosidad.