Es inaceptable, en ningún campo de fútbol, comenzando por el Metropolitano se deben permitir insultos de este tipo. En el derbi, el afectado fue Thibaut Courtois con cánticos de "Courtois muérete", lo que luego desencadenó en el lanzamiento indiscriminado de mecheros. Sí, Courtois ha hecho declaraciones incendiarias contra el Atlético de Madrid, pero no puede ser y no es motivo para dedicarle semejante barbaridad de palabras.
Con respecto a estos insultos no debe haber bufandas, todas las aficiones y clubes deben unirse para erradicarlos al máximo. Esta vez, el perjudicado fue Antoine Griezmann, el cual pudo escuchar "Griezmann muérete" de parte de los seguidores txuriurdines más radicales. El Atlético de Madrid, con razón, se queja ahora por el poco bombo que se les está dando, en comparación con lo ocurrido en la jornada pasada en el derbi.
Díaz De Mera: oídos sordos
Algo de lo que también se quejan en el club rojiblanco es por el acta publicada por el árbitro del partido: Isidro Díaz De Mera. En el acta, no se recoge ningún tipo de insultos hacia el Atlético de Madrid, pero lo más grave es como califica el comportamiento de la afición donostiarra. "Actitud normal", fue como el trencilla calificó a una afición que profirió insultos del estilo.
Sí, es una minoría y ni mucho menos representa a la afición de la Real Sociedad, la mayoría de veces con un comportamiento ejemplar. Pero de ahí a no recoger los cánticos que le dedicaron a AntoineGriezmann o los que recoge el siguiente video de "El Chiringuito" es algo poco más que llamativo.
La Real Sociedad 'actuó' al instante
En el minuto 13 del partido, el club donostiarra publicaba en sus videomarcadores lo siguiente: "No a los cánticos racistas, xenófobos e intolerantes. Anima y apoya al equipo respetando al rival". Esta es la reacción inmediata de cualquier club para cubrir el expediente, como se suele decir.
Sin embargo, se pide más, no a la Real Sociedad, sino a cualquier club cuando ocurren estas cosas. Medios hay de sobra para identificar y echar del estadio a los que infieren estos insultos, lo que no se entiende es por qué no se actúa con mano de hierro. Es entendible que se apriete al rival y no hacerle sentir cómodo en tu estadio, siempre y cuando sea bajo unas premisas de respeto.
Si el Atlético de Madrid se siente agraviado con esta situación, permítanme que lo diga, lo primero que debe hacer es actuar firmemente en su estadio para que no ocurra. Una vez haga eso, sí tendrá más derecho aún para quejarse o sentirse perjudicado, y esto no quita la gravedad de lo ocurrido en Anoeta. Pero primero se lavan los trapos sucios de casa y luego se critica lo de enfrente.