Una vez más, la afición del Atlético de Madrid se encuentra en pie de guerra contra los horarios impuestos por LaLiga, que parecen castigar al equipo rojiblanco con una frecuencia llamativa. El último anuncio de Javier Tebas ha vuelto a encender la mecha en la hinchada colchonera. El Atlético deberá enfrentarse al Sevilla el domingo 8 de diciembre a las 21:00, menos de 72 horas antes de su compromiso de Champions. Para muchos, esto es un claro perjuicio hacia el equipo, y la paciencia de los seguidores parece haber llegado a su límite.
Este no es un caso aislado. Otros equipos españoles, también con compromisos europeos, verán ajustados sus partidos para facilitar su preparación, incluyendo al Real Madrid, Barcelona y Girona, que jugarán sus respectivos encuentros el sábado. Sin embargo, el Atlético, en lugar de recibir ese mismo trato, deberá cumplir con este calendario exigente sin apenas descanso, una situación que muchos aficionados y analistas consideran injusta.
La indignación de la afición: "Basta ya de favoritismos"
La Asociación Senado Atlético, que agrupa a numerosos socios del club, expresó malestar en redes sociales, exigiendo explicaciones por lo que consideran una clara desventaja. En un mensaje contundente, la agrupación tuiteó: “Agradeceríamos alguna respuesta”. Para la afición, estos horarios no son solo un tema de logística deportiva, sino una falta de respeto que consideran recurrente por parte de LaLiga y su presidente, Javier Tebas.
“Es incomprensible que mientras a otros equipos en Champions se les acomoden los horarios, el Atlético reciba un trato diferente”, expresan los aficionados en redes. Argumentan que mover el partido al sábado hubiese sido una solución sencilla y justa, permitiendo al equipo de Simeone tener el mismo margen de descanso que sus competidores en Europa.
Silencio institucional
Sorprendentemente, el Atlético ha guardado silencio sobre este tema, limitándose a un breve mensaje en redes sociales para anunciar el partido contra el Sevilla sin mencionar la polémica por el horario. Gil Marín ha optado por no hacer declaraciones públicas, algo que no ha pasado desapercibido para la afición. Los colchoneros reclaman una postura más firme ante lo que consideran una falta de consideración de LaLiga.