El Atlético de Madrid lleva sumadas tres victorias consecutivas entre Vic, Las Palmas y París, dos de ellas fuera de casa. Donde más le cuesta ganar al equipo que dirige Diego Pablo Simeone, a la cuarta toca visitar al Mallorca. Un campo que no se le solía dar bien, ya que aquí perdió su primer partido como entrenador del Atleti fuera de casa.
Simeone dispone de un once bastante distinto respecto al del partido de París, con descansos para Javi Galán y Rodrigo de Paul, y otra suplencia más del delantero noruego Alexander Sorloth. Portería para Jan Oblak, en defensa Giménez regresa al once después de su sanción en París, Lenglet repite por tercer partido, Reinildo por Javi Galán y Giuliano sigue de titular. Barrios vuelve a llevar la batuta, junto a Koke que regresa y Rodrigo Riquelme que es la gran sorpresa.
En ataque juegan Antoine Griezmann y Julián Alvarez, sorprendiendo Simeone, ya que muchos esperaban a Sorloth e incluso al héroe de París, Ángel Correa. El partido comenzó igualado, y a los diez minutos, Clement Lenglet ya vio la primera tarjeta amarilla tras una falta dura contra Manu Morlanes. Samu Costa buscó la meta de Oblak, que la detuvo sin problemas, e intentó una contra como en París.
El Mallorca asustando al Atlético
No estaba cómodo pero tampoco incómodo sobre el césped del Ono Estadi el conjunto de Simeone, eso sí, Barrios no atinaba con sus pases ni Koke podía encontrar a Riquelme. El Mallorca era quien asustaba a los rojiblancos mediante centros laterales que Larin y Muriqi ganaban con frecuencia. Simplemente eran avisos, de un Mallorca que estaba más cerca de Oblak que un Atlético de Madrid, de Dominik Greif.
Griezmann pisó el área en una galopada de Giuliano que combinó con Julián Alvarez, pero el central del Mallorca ganó por velocidad. Griezmann se veía lento, como últimamente, media hora de partido y sin noticias del Atlético de Madrid, aunque Julián casi pone en aprietos a Greif. Era tan soporífero el asunto que Julián buscó la meta del eslovaco, pero el balón se fue lejos.
La primera gran intervención de Oblak, tras una gran jugada de Sergi Darder que se la puso con música a Cyle Larin, y el manotazo salvador del esloveno. Jugando con fuego el Atlético, que no solo no pisaba el área contraria, sino que le llegaban más. A la contra el Atlético, con una buena salida de NahuelMolina, conducción de Barrios y remate de Riquelme, que fue desviado por Maffeo.
Genialidad de Oblak y Giuliano para que defina Julián
El Atlético arrancó la segunda parte con una galopada de Julián que acabó sin disparar y una enorme recuperación de Reinildo ante Muriqi. El Atlético subió la intensidad y se adelantó en el marcador, otra vez Oblak, pero esta vez jugando en largo. Recepciono Giuliano Simeone, quien se fue del central en velocidad y se la regaló a Julián Alvarez que solo tuvo que empujarla.
Fue la última acción de ambos, ya que el Cholo Simeone les sustituyo a los dos, y a Griezmann y Lenglet, cuatro cambios del tirón. Entraron De Paul, Sorloth, Correa y Witsel, para intentar matar el partido y lo cierto es que Riquelme pudo hacerlo, pero perdonó mano a mano ante Dominik Greif. Simeone se lamentaba desde el banquillo y a los gritos, pero el madrileño no estuvo acertado.
Riquelme perdonó una ocasión increíble
Sorloth tuvo otra oportunidad, aunque tampoco llegó a definir, el Atlético esperaba a la contra buscando lastimar a los locales. Balones en largo para Correa, lanzados siempre por Nahuel Molina, uno de los destacados del Atlético. Fallo Witsel y Abdon Prats se fue solo contra Oblak, quien puso la mano para evitar el empate local.
Simeone tiro de Gallagher por Riquelme, mientras resonaba el 'Obi Oblak cadadía te quiero más' en la grada visitante. El Atlético se arropó detrás de su defensa buscando salir a la contra en los instantes finales. Conor Gallagher tuvo la última con un disparo desde fuera qué salió cerca del palo.
Triunfo valiosísimo de los rojiblancos, que asaltan el Ono Estadi por segundo año consecutivo y otra vez por 0-1.