Kiko Narváez ha sorprendido con un análisis muy personal del partido del Atlético de Madrid ante el Leipzig, en el que destaca varios aspectos clave del rendimiento del equipo rojiblanco. En su artículo para el Diario As, el exdelantero colchonero puso un énfasis especial en el papel de Antoine Griezmann.
Kiko se rinde a Griezmann
Para Narváez, Griezmann fue el gran motor del equipo. "No hay nada como poner de libre a Griezmann para sacar un buen resultado", destacó. El francés, jugando en una posición más creativa, fue capaz de generar espacios y facilitar la construcción del juego entre líneas.
Según Kiko, su actuación fue un ejemplo perfecto de cómo un jugador puede elevar el nivel de un equipo, especialmente en partidos tan complejos como los de la Champions League. A lo largo de los 90 minutos, Griezmann no solo aportó su calidad técnica, sino también una intensidad que contagió al resto de sus compañeros.
Giménez, clave en el equipo
El exjugador también valoró la decisión de Simeone de prescindir de jugadores como Gallagher y Sorloth en el once titular, apostando por un estilo de juego más dinámico y fluido. Kiko consideró que esta táctica permitió al Atlético tener mayor movilidad en el medio del campo. "El Cholo buscó el juego por dentro con los pequeñitos, potenciando el juego entre líneas", comentó. Este ajuste táctico ayudó al Atlético a generar varias oportunidades de gol, aunque Narváez señaló que la falta de puntería impidió que el resultado fuera más amplio.
Uno de los puntos fuertes del análisis de Kiko fue su mención al defensa José María Giménez, quien fue una de las figuras del partido. Narváez destacó no solo su labor defensiva, sino también su entrega y capacidad para liderar al equipo en momentos clave. "Giménez estuvo inconmensurable", afirmó, y añadió que su gol fue el premio a su compromiso y esfuerzo. Kiko subrayó que, si las lesiones respetan al central uruguayo, puede convertirse en uno de los mejores defensores del mundo.
Gallagher gusta mucho
Otro jugador que no pasó desapercibido en el análisis de Narváez fue Julián Álvarez. El argentino, que mostró destellos de su calidad durante el partido, dejó buenas sensaciones, aunque Kiko admitió que aún no se ha asentado por completo en el equipo. "Lo veo más como complemento del 9 que como punta fijo", explicó Narváez.
Sin embargo, uno de los comentarios que más llamó la atención en el artículo fue su referencia a Conor Gallagher. Kiko mencionó el esfuerzo incansable del jugador en cada jugada, afirmando que "cada vez que lo veo, me dan ganas de ayudarle en la presión". Estas palabras son un claro elogio a la ética de trabajo de Gallagher, quien se ha ganado el respeto de sus compañeros y del cuerpo técnico.