Un jugador de fútbol con camiseta de rayas rojas y blancas durante un partido.

Lo último de Rodrigo De Paul que indigna a la afición del Atlético de Madrid

La afición rojiblanca reitera en redes sociales su enfado con el argentino

Han pasado varios días desde que Rodrigo De Paul fue anunciado oficialmente como nuevo jugador del Inter de Miami. Sin embargo, su salida del Atlético de Madrid sigue dando que hablar, y no precisamente por motivos futbolísticos. Lo que más ha molestado a buena parte de la afición rojiblanca es su absoluto silencio desde que se confirmó su marcha.

Sin palabras por su parte

No ha habido comunicado, ni carta de despedida, ni tan siquiera un mensaje en redes sociales. Ni una palabra de agradecimiento al club que le acogió durante tres temporadas ni a los seguidores que le apoyaron. Un gesto que se ha vuelto costumbre entre futbolistas que cambian de aires, pero que De Paul ha ignorado por completo.

De Paul presentado
De Paul en su presentación | Canva Pro, Instagram: @rodridepaul

Ese vacío no ha pasado desapercibido entre la hinchada del Atlético de Madrid, que ha expresado su decepción de forma masiva en redes sociales. Muchos consideran que el argentino ha faltado al respeto al club y a su gente, sobre todo teniendo en cuenta el sueldo millonario que ha cobrado en su etapa como rojiblanco. Otros jugadores como Witsel, Reinildo o Saúl sí han tenido detalles hacia la afición, incluso en casos en los que su paso por el club fue más breve.

Decepción en la afición

De Paul, por el momento, solo ha hablado en redes sociales sobre su llegada a Miami. El traspaso es oficial desde hace días, pero el argentino, no se ha pronunciado sobre ello. Si llega un mensaje más adelante, para muchos ya será tarde.

En el vestuario del Atlético había voces que destacaban el compromiso del argentino en los grandes partidos. Pero también se señalaban ciertas actitudes que no siempre encajaron con la filosofía del club. Esta despedida sin palabras, fría y distante, no ha hecho más que confirmar una relación que, pese a los títulos y buenos momentos, no fue del todo natural.

La herida no es por su marcha, que era esperada, es por la forma de hacerlo, cuando uno se va de un sitio como el Atlético, tener clase no cuesta tanto. Pero De Paul, por ahora, ha elegido el silencio, e ese gesto, para muchos, lo define más que ningún partido.