Una de las notas positivas de esta temporada en el Atlético de Madrid es el gran rendimiento que está dando la mayor parte de la plantilla, mostrando su mejor versión. De hecho, una de las pocas cuentas pendientes de Simeone es lograr tener a los menos habituales enchufados para ayudar en cualquier momento. Uno de esos jugadores es Rodrigo Riquelme, quien está viviendo su temporada más complicada desde que se asentó en la élite.
Tuvo partidos a un gran nivel el pasado curso, actuando en la gran mayoría como carrilero izquierdo y compitiendo con un Samuel Lino que fue la gran revelación. Sin embargo, el canterano no ha podido sostener esa imagen esta campaña, viéndose relegado a un papel mucho más residual. Su futuro está en el aire y en el equipo rojiblanco empiezan a vigilar potenciales refuerzos que pudiesen ocupar una plaza vacante en banda.
Interés en una joven promesa de Suecia
Aunque no hubo ningún fichaje en el mercado invernal, el conjunto colchonero sigue trabajando en mejorar su plantilla y poder cerrar operaciones importantes en el mercado de verano. Uno de los nombres que ha aparecido en las últimas horas es el de Roony Bardghji, extremo sueco del Copenhague que acaba contrato el próximo mes de junio. A pesar de haber sufrido una grave lesión de rodilla, ha estado ligado con clubes importantes como Chelsea, Manchester City o Bayern de Múnich.
Sería una gran oportunidad de mercado, pues solamente tiene 19 años y su valor asciende a los 9 millones de euros, siendo un prometedor jugador con mucho potencial. De momento, su agente no ha querido cerrar ninguna de las puertas, aunque parece que el conjunto de Stamford Bridge es el favorito para hacerse con sus servicios. La realidad es que una incorporación de esas características sería un golpe casi definitivo a un Rodrigo Riquelme que necesita más protagonismo.
Una situación complicada en el Metropolitano
Tras las derrotas ante Lille y Real Betis se produjo un cambio radical en el Atlético de Madrid en el aspecto deportivo, llevando a Simeone a cambiar su habitual esquema. El paso al 4-4-2 ha dado la oportunidad a muchos jugadores a ser importantes, como ha sucedido con Javi Galán y Giuliano Simeone, pero otros no han tenido esa suerte. Precisamente, Rodrigo Riquelme tiene mucha competencia para poder ocupar la banda izquierda, su mejor posición, y tampoco ha rendido al mejor nivel.
Su gran partido ante el Elche parecía poder abrirle la puerta de la titularidad, al menos, en el corto plazo, pero el crecimiento de Samuel Lino ha hundido sus opciones. Conor Gallagher también está desempeñándose, casi siempre, en ese mismo puesto, siendo un jugador clave en el dibujo de Simeone. Por ello, y teniendo en cuenta los posibles movimientos de verano, parece que el canterano colchonero tendrá que tomar una decisión muy importante.