El final de una era se acerca en el Atlético de Madrid. Ángel Correa, uno de los futbolistas más carismáticos y longevos del vestuario rojiblanco, está a punto de cerrar su traspaso a Tigres UANL de México. Una decisión que, aunque esperada, ha generado opiniones divididas en la afición colchonera. Y uno de los análisis más destacados ha sido el de Rubén Uría, que compartió su visión en su canal de Twitch.
Las palabras de Uría
Uría, periodista de referencia en la información del Atlético de Madrid, no se mordió la lengua. “Se va dando varios pasos atrás”, afirmó con claridad al valorar la elección de Correa por el fútbol mexicano. Según explicó, no se trata de una crítica personal, sino de una lectura profesional: “Irse a Tigres no es un salto deportivo, es otra cosa”.
Para Uría, lo importante es que el Atlético de Madrid ha conseguido cerrar la operación en sus términos. Durante semanas se habló de una cifra de apenas seis millones de euros, algo que generó polémica. Sin embargo, el periodista aseguró que finalmente el club ingresará una cantidad acorde a lo que pretendía. “No se va por seis millones, se va por el dinero que el Atleti quería”, explicó.
El adiós a una leyenda
En ese mismo espacio, Uría elogió la trayectoria de Correa con la camiseta rojiblanca. Lo definió como “el mejor suplente de la historia del Atlético”, destacando su capacidad para rendir cuando se le necesitaba. Desde que llegó en 2015, el argentino ha disputado más de 400 partidos oficiales y ha marcado goles decisivos en títulos importantes.
El periodista también recordó que Correa ya se ha despedido del vestuario, aunque el acuerdo con Tigres todavía no estaba completamente cerrado. Eso sí, la venta solo se hará efectiva una vez finalice la participación del Atlético en el Mundial de Clubes, en el que Correa está teniendo minutos.
Uría fue claro al definir el movimiento: “No es una mala venta, aunque deportivamente el jugador se marcha a un escenario menor”. El destino elegido por Correa puede responder más a cuestiones personales y económicas que estrictamente futbolísticas, algo cada vez más común en la carrera de muchos jugadores.