Más que importantes los que se ha llevado en Atlético de Madrid tras el choque ante el Valencia disputado en el feudo colchonero. Simeone supo gestionar la plantilla, y realizó varias rotaciones que terminaron dando un aire nuevo a un Atlético que no parece nada cansado. Koke liberó el centro del campo y Memphis Depay volvió a marcar tras su tanto ante el Sevilla en Copa del Rey.
Jan Oblak: Muro.
El guardameta esloveno tuvo que detener algunas ocasiones, aunque ningún disparo realmente peligroso. Ya son tres partidos consecutivos en los que Jan Oblak no encaja ningún tanto.
Nahuel Molina: Mejor.
Los últimos partidos del lateral argentino están mostrando un nivel muy superior a lo que se ha visto en el resto de la temporada. Siempre buscó pisar la línea de fondo por la derecha y tuvo una gran ocasión en los primeros minutos del partido, además de dar una asistencia a Depay. Su conexión con Rodrigo de Paul es inmejorable, siempre sabiendo dónde se encuentra cada uno en el momento ideal.
Stefan Savic: Bien.
Era una prueba de nivel para el montenegrino y mostró un nivel más que aceptable con respecto al resto de partidos. Savic no tuvo apenas trabajo ante el Valencia, simplemente teniendo que vigilar manejar bien la salida de balón. Ningún fallo en defensa y mucho criterio a la hora de no rifar la posesión.
Josema Giménez: Seguro.
Un buen nivel del central uruguayo permite que el Atlético tenga una defensa muchísimo más fiable. Es casi imposible superar por alto a Giménez, además de haber mejorado notablemente a la hora de sacar la pelota jugada. Como homenaje a su hijo recién nacido, el uruguayo hizo un grandísimo partido hasta que se marchó sustituido.
Reinildo: Como siempre.
No sería una locura pensar que el mozambiqueño ha vuelto al Atlético al mismo nivel que tenía antes lesión lesionarse. Su partido ante el Valencia fue exhibición en defensa, cortando cualquier pase peligroso que sucediese por su zona. Reinildo va a ser un jugador más que clave para Simeone en los próximos meses de competición.
Samu Lino: Buenísimo.
Fue uno de los mejores en el partido ante el Valencia, siendo quien siempre lo intentó en la banda. Samu Lino se convirtió en una de los peores pesadillas del Valencia, buscan siempre pisar área contraria y haciendo grande el campo. Abrió el marcador tras una espectacular asistencia de Antoine Griezmann, batiendo por bajo al portero valencianista.
Koke: Indescriptible.
Maravilloso, espectacular, sublime, inigualable, barbaridad, leyenda y Jugador indiscutible. Hay muchos adjetivos que se pueden decir del grandísimo partido que hizo el Koke ante el Valencia, siendo el eje que movió a todo el equipo. Lleva un mes de competición a un nivel muy alto, demostrando que es uno de los futbolistas más importantes en el actual conjunto colchonero.
Rodrigo de Paul: Clase mundial.
Este humilde escritor se está empezando a quedarse sin adjetivos para hablar del mediocentro argentino. Rodrigo de Paul se ha convertido en un auténtico líder en el centro del campo del Atlético de Madrid, sabiendo manejar todos los tiempos. Es imposible no pensar que el argentino es uno de los mejores, actualmente, del campeonato español en su posición.
Pablo Barrios: Indiscutible.
Actualmente, si el canterano rojiblanco tiene un buen nivel no puede ser suplente en el Atlético. Simeone apostó por Pablo Barrios como titular y el jugador le devolvió la confianza con un gran partido ante el Valencia. No tiene miedo de mantener la pelota en los pies y siempre busca romper líneas con sus pases, algo que falta a menudo en el Atlético.
Antoine Griezmann: Físico.
Podría parecer que el delantero francés necesita un descanso, pero con muy poco es un jugador diferencial. Dio una magnífica asistencia a Samuel Lino para abrir el marcador justo antes del descanso. El resto de su partido tuvo que ver con controlar la pelota, saber qué hacer con la posesión y no arriesgarse en ningún momento.
Memphis Depay: Insistencia.
Ya sabemos de los problemas físicos que tiene el holandés cuando tiene que demostrar su físico. Sin embargo, Memphis Depay hizo un gran trabajo a la hora de retener la posesión en campo contrario y mover rápido la pelota. Le sigue faltando ese puntito de velocidad para crear más peligro, pero sus minutos sobre el césped se materializaron el segundo gol del Atlético.