El Atlético de Madrid vive un arranque de Liga lleno de tropiezos. Tres jornadas disputadas, dos puntos sumados y la sensación de que el equipo no termina de arrancar. El empate frente al Alavés en Mendizorroza ha encendido las alarmas, aunque Diego Simeone mantiene la calma y ha dejado un mensaje que conecta con la afición.
Las impresiones de Simeone
El técnico argentino fue claro al analizar el partido. Más que la clasificación, lo que le preocupa es la falta de pegada. El Atlético de Madrid genera ocasiones, pero no logra concretarlas en los momentos clave. “Sorloth tuvo una clara, Griezmann estrelló otra en el palo y Llorente llegó sin fuerzas al final”, explicó el entrenador.

La reflexión que más llamó la atención fue su insistencia en mantener la fe en el equipo. Simeone aseguró que no se siente preocupado, sino ocupado en encontrar soluciones. “Lo primero es que mejore el equipo y, en consecuencia, mejorarán los puntos”, señaló, en una declaración que invita a pensar que el grupo todavía tiene margen de crecimiento.
Contundencia en área rival
El mensaje conecta con el espíritu de un vestuario que ha pasado por momentos similares en el pasado. Simeone pidió paciencia y recordó que lo importante es trabajar cada semana para recuperar la contundencia. “Necesitamos más disparo, más contundencia y tiempo para que lleguen los frutos”, apuntó, dejando claro que el Atlético de Madrid no renuncia a nada.
La afición rojiblanca recibió con alivio esas palabras, después de un inicio que había despertado dudas. El entrenador quiere centrar la energía en mejorar la dinámica de juego, sin obsesionarse con la distancia respecto a los rivales directos. “Si me pongo a pensar en eso me olvido del equipo”, explicó. Su objetivo es reforzar la confianza del plantel y evitar que la presión frene el desarrollo.
El Atlético de Madrid cuenta con una plantilla renovada, todavía en fase de adaptación. Simeone confía en que, con trabajo y tiempo, las nuevas incorporaciones encontrarán su lugar y los veteranos recuperarán su mejor nivel. De momento, la idea es clara: tener fe en el proceso y creer en que la identidad del equipo acabará imponiéndose.