El Atlético de Madrid sigue atento al mercado de fichajes y uno de los nombres que más gusta en la dirección deportiva es el de Joan García. El portero del Espanyol está siendo la gran revelación de esta temporada en LaLiga. El joven guardameta ha sido clave en la permanencia del conjunto perico y su rendimiento ha despertado el interés de clubes de primer nivel, incluido el propio Atlético.
Las palabras de Joan García
Tras el último partido de la temporada, Joan dejó unas declaraciones que sonaron a despedida. “Si me voy, me iré orgulloso de haber dejado al Espanyol en Primera”, dijo en zona mixta, reconociendo que su situación está sobre la mesa. Con contrato en vigor y una cláusula de 25 millones de euros, es uno de los porteros más cotizados del mercado.

Sin embargo, las dudas comenzaron a surgir cuando se filtró que el Barcelona, eterno rival del Espanyol, había activado contactos para tantear su fichaje. La noticia causó revuelo entre los aficionados pericos y puso en duda la fidelidad del guardameta a sus colores. Pero la respuesta de Joan García fue tan clara como simbólica: subió a sus redes una imagen besando el escudo del Espanyol, dejando entrever que al Camp Nou no irá.
Todo apunta a que no jugará en el Barcelona
Este gesto ha tenido impacto directo en las aspiraciones del Atlético de Madrid. El club rojiblanco ve en Joan a un portero joven, con gran proyección y capaz de competir al más alto nivel. Además, la aparente renuncia al Barcelona elimina un competidor directo, facilitando el escenario para una posible negociación.
Desde el entorno colchonero consideran que el fichaje encajaría perfectamente con el proyecto de futuro. Con Oblak ya consolidado pero en una etapa madura de su carrera, el club busca asegurar un relevo que ofrezca garantías a medio plazo. Joan García no sólo responde a ese perfil, sino que también ha demostrado personalidad, liderazgo y regularidad en una temporada exigente.
A sus 23 años, Joan no sólo ha defendido con solvencia la portería del Espanyol, también ha mostrado un compromiso difícil de encontrar en el fútbol moderno. Su forma de despedirse, sin confirmarlo aún, y su defensa pública del escudo perico, refuerzan una imagen de profesional con principios, algo que en el Atlético de Madrid se valora especialmente.