El mercado del Atlético de Madrid ha sido uno de los más activos de los últimos años, con incorporaciones ilusionantes desde el inicio del verano. Sin embargo, la fase final de esta ventana podría venir con menos movimiento del esperado. A falta de menos de un mes para el cierre, desde la dirección deportiva tienen claros los movimientos que harán.
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Según informa Marca, el club colchonero trabaja con la previsión de hacer solo un fichaje más. Esta decisión está condicionada por el límite salarial y por una planificación que ya suma seis caras nuevas. El objetivo es cerrar con precisión esa séptima incorporación sin exceder los márgenes económicos establecidos por LaLiga.

Los nombres no faltan sobre la mesa. El que más fuerza ha cobrado en los últimos días es el de Raspadori, delantero del Napoli, con el que ya ha habido contactos. Aunque su precio inicial era alto, se especula que el traspaso podría cerrarse por unos 21 millones más bonus. Aun así, en el club no descartan esperar por una opción aún más rentable.
Una plantilla corta para Simeone
En el Metropolitano también se valora si ese último fichaje debe ser un delantero puro o un hombre de banda. Esto se debe a la versatilidad de jugadores como Baena o Almada, capaces de adaptarse a varios roles ofensivos. Por eso, Carlos Bucero y su equipo siguen analizando alternativas en el mercado antes de tomar la decisión final.
La clave está en que, sin más salidas, el Atlético de Madrid solo contempla ese único movimiento. La plantilla quedaría compuesta por 22 jugadores, uno menos que la temporada pasada. El cuerpo técnico confía en la energía y juventud del grupo, aunque el fondo de armario será más justo en un año exigente.
Carlos Martín será el único que dejará la plantilla en breve, pues no entra en los planes desde principios de verano. Otros futbolistas como Molina, Gallagher o Giménez podrían salir si llega una buena oferta, pero por ahora no se esperan movimientos relevantes en ese sentido. Si no hay ventas, no habrá más fichajes.