Un hombre con barba y cabello oscuro está frente a un escudo de un equipo de fútbol con un oso y un árbol.

Revelan el problema que arrastra Simeone en el Atlético de Madrid: 'Ha perdido...'

Desde Radio MARCA, Miguel Quintana ha hablado de la situación que está viviendo el Atlético de Madrid

El Atlético de Madrid ha arrancado la Liga con dos puntos de nueve posibles y el ambiente en el entorno rojiblanco no es precisamente optimista. El empate frente al Alavés confirmó un inicio preocupante, que ya se considera el peor desde 2009, cuando Abel Resino estaba al frente.

Pérdida de magia

El periodista Miguel Quintana ha puesto palabras a la sensación compartida por muchos aficionados del Atlético de Madrid. Su diagnóstico es claro: el problema ya no es solo de plantilla, sino también de Simeone. Para Quintana, el técnico argentino “ha perdido la magia”, esa capacidad que durante años le permitió tapar carencias estructurales con soluciones tácticas e intensidad competitiva.

Simeone preocupado
Simeone durante el partido ante el Alavés | Europa Press

Durante más de una década, Simeone convirtió al Atlético en un equipo incómodo y temible. Sabía potenciar a futbolistas comunes hasta hacerlos parecer imprescindibles, y dominaba los pequeños detalles que deciden partidos. Sin embargo, esa versión del Cholo parece haberse diluido, justo cuando la plantilla más necesita de su toque.

La sensación de Quintana

El mal arranque no se explica únicamente por la falta de puntería o los errores puntuales en defensa. Quintana sostiene que hay un problema más profundo: la sensación de que el Atlético de Madrid ya no impone respeto como antes. Al equipo le cuesta un mundo generar ventajas y cuando lo hace, carece de contundencia para aprovecharlas.

El mercado de fichajes tampoco ha calmado las aguas. La inversión ha sido importante, pero las carencias se mantienen. Siguen faltando recursos en los extremos, jerarquía en defensa y gol en ataque. Simeone, que en otras etapas lograba multiplicar el rendimiento de sus jugadores, ahora parece atrapado en un círculo de frustración que el propio vestuario refleja en el campo.

Pese a todo, nadie duda de la capacidad de Simeone para mantener al Atlético de Madrid en la élite. El argentino ha cumplido siempre con los objetivos mínimos del club, algo que no está al alcance de cualquiera. El problema es que ya no se percibe aquel plus diferencial que lo distinguía de todos los demás entrenadores. Para Quintana, esa pérdida de “magia” limita al equipo a repetir un patrón conocido: llegar a marzo con opciones en todas las competiciones y acabar en abril sin poder rematar.