El Atlético de Madrid lo ha vuelto a hacer. Gil Marín ha vuelto a ganarle la partida a Florentino Pérez, y esta vez no ha sido sobre el césped, sino en el del espectáculo. La estrella del pop español, Aitana, ha confirmado que sus esperados conciertos previstos para el Bernabéu se celebrarán finalmente en el estadio Metropolitano. Un auténtico “robo” institucional que representa no solo un golpe simbólico, sino también una lluvia de millones para el club rojiblanco.
Aitana se muda del Bernabéu al Metropolitano: los motivos
Todo estaba preparado para que los días 27 y 28 de junio, Aitana ofreciera dos grandes conciertos en el Bernabéu. Pero los problemas estructurales y acústicos del estadio blanco han hecho inviable la celebración de los shows en esas fechas. Tanto el Real Madrid como la propia artista lo confirmaron en comunicados oficiales. La cantante explicó con emoción que luchó hasta el final, pero que la situación no dependía de ella.

Sin embargo, lejos de cancelar los conciertos, Aitana ha optado por trasladarlos al Metropolitano, los días 30 y 31 de julio. Un movimiento que recuerda al reciente caso de Lola Índigo, quien también tuvo que abandonar sus planes en Chamartín para acabar actuando en el feudo colchonero.
El Metropolitano, nuevo referente de la música en Madrid
El Metropolitano ya no es solo uno de los estadios más modernos de Europa a nivel futbolístico, también se ha convertido en un referente para la industria del entretenimiento. A diferencia del Bernabéu, cuya remodelación sigue presentando desafíos técnicos importantes, el estadio rojiblanco ha demostrado ser un espacio óptimo para eventos multitudinarios.
La llegada de Aitana, que viene de llenar estadios por toda España, no solo confirma esta tendencia. También que coloca de nuevo al Atlético de Madrid en el centro del mapa cultural, algo que va mucho más allá del deporte.
Impacto económico: millones para el Atlético de Madrid
Este movimiento representa una auténtica lluvia de ingresos para el club rojiblanco. Dos noches consecutivas de lleno absoluto en el Metropolitano significan entradas, consumiciones, derechos audiovisuales y un impacto en marca que ningún club puede despreciar. Para un Atlético que siempre busca alternativas financieras inteligentes, la operación es un acierto total.

El Metropolitano está aprovechando las debilidades del Bernabéu para monopolizar los grandes conciertos en la capital. Y Gil Marín está sabiendo jugar esta partida como un maestro del ajedrez empresarial.