El Atlético de Madrid encara la recta final del mercado con más dudas que certezas. La plantilla de Simeone parece competitiva en su base, pero los movimientos que se esperaban en agosto han quedado en pausa. El periodista Rubén Uría, muy cercano a la actualidad rojiblanca, ha ofrecido su visión sobre lo que está ocurriendo en el Metropolitano.
Las palabras de Uría
Uría fue tajante: el club mantiene la misma política de los últimos años. Si no hay salidas, no habrá nuevas incorporaciones. Esa postura ha generado inquietud en la afición colchonera, que esperaba al menos dos fichajes de impacto para completar al equipo. El periodista insiste en que el Atlético de Madrid sí tiene capacidad económica, pero que falta voluntad para apretar el acelerador en los despachos.
En su análisis, Rubén Uría recordó que el mes de julio fue positivo. Se trabajó con criterio y se confeccionó una base sólida para Simeone. Sin embargo, agosto ha sido una decepción. La no llegada de Millot y la firma de Raspadori han dejado la sensación de que el proyecto perdió fuerza justo en el momento más importante.
Plantilla corta
El problema principal es el de siempre: una plantilla corta. Uría considera que el Atlético de Madrid corre un riesgo enorme si no logra reforzarse antes del cierre. Con un calendario cargado de Liga y Champions, cualquier lesión puede poner en aprietos a Simeone. En su opinión, mantener a jugadores que deberían haber salido y no cubrir ciertas posiciones clave es una temeridad que puede pagarse muy caro.
Pese a todo, el periodista no cierra la puerta a un giro inesperado. "Todavía quedan días de mercado y se pueden arreglar las cosas", señaló. Para él, todavía existe la opción de que lleguen dos o tres buenos jugadores en el tramo final. Para esto, la directiva debe dar un paso al frente y aproveche las oportunidades que ofrece este cierre frenético.
El discurso de Rubén Uría conecta con el sentir de buena parte de la afición. El Atlético ha demostrado que sabe fichar con inteligencia, pero si no concreta esas últimas piezas, volverá a quedarse a medio camino. Simeone espera refuerzos, la hinchada también, y el tiempo se acaba.