El Atlético de Madrid sigue planificando la próxima temporada y uno de los nombres que más suena en los despachos del Metropolitano es el de Álex Baena. El centrocampista del Villarreal está en el radar rojiblanco como una de las prioridades para reforzar el centro del campo. Pero el camino hacia su fichaje no será sencillo, y Rubén Uría ha desvelado las claves.
Sin ofertas por Baena, de momento
En su canal de Twitch, Uría dejó claro que, de momento, “no hay ofertas formales por Baena”. A pesar de que el Atlético de Madrid ya ha mostrado su interés, el Villarreal no tiene prisa en vender. “No se ha terminado LaLiga y el Villarreal quiere tomarse su tiempo”, explicó el periodista. La intención es clara: escuchar propuestas, pero sin precipitarse.

Baena es un objetivo número uno para el equipo de Simeone. La dirección deportiva colchonera lo tiene entre ceja y ceja por su juventud, talento y versatilidad. Ya se han producido conversaciones informales y todas las partes conocen la situación. Sin embargo, el gran obstáculo es su cláusula de rescisión: 55 millones de euros.
Dos jugadores gustan en Villarreal
Desde el Atlético de Madrid confían en rebajar esa cifra. El Villarreal está dispuesto a negociar, pero también quiere sacar rédito económico. Según Rubén Uría, el club castellonense pretende que cualquier operación con Baena sea independiente de otros posibles traspasos para favorecer a los intermediarios.
En ese contexto, el Villarreal tiene en la mira a dos futbolistas colchoneros: Rodrigo Riquelme y Samuel Lino. Ambos gustan mucho al técnico Marcelino, lo que podría facilitar una negociación si se encajan bien las piezas. Sin embargo, el Submarino Amarillo insiste en separar las operaciones, al menos en lo contractual.
Uría también reveló un dato llamativo sobre el propio jugador. Una fuente cercana al Villarreal le comentó que Baena rechazó al Bayern Múnich, lo que habla de su compromiso con el proyecto actual y su deseo de elegir bien su destino. El interés del Atlético de Madrid por Baena está más que confirmado. Pero aún queda mucha tela por cortar y varios flecos por resolver.