El Atlético de Madrid afronta un verano cargado de decisiones importantes, y una de las más delicadas tiene nombre propio: Thomas Lemar. El francés, fichado en 2018 como una gran promesa, se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el club rojiblanco.
Se le busca salida desde hace tiempo
Desde hace varios mercados, en los despachos del Metropolitano se ha buscado una salida para Lemar. Sin embargo, su alta ficha y su bajo rendimiento han espantado a posibles compradores. El contrato, que se extiende hasta 2027, se ha convertido en una losa para una entidad que necesita aligerar masa salarial.

Diego Simeone, que fue uno de los grandes valedores del francés en su día, ya le ha comunicado su postura. Lemar no entra en los planes deportivos para la próxima temporada. El técnico argentino quiere liberar espacio en la plantilla y contar con jugadores que puedan marcar diferencias, algo que el galo no ha logrado en los últimos cursos.
Francia surge como una vía de escape
Hasta ahora, ningún equipo había mostrado el suficiente interés como para lanzar una oferta formal. Pero, según informa MARCA, esto podría haber dado un giro. El Olympique de Lyon, que negocia paralelamente con el Atlético por Thiago Almada, estaría valorando la incorporación de Lemar. Y aunque en el Metropolitano aseguran que ambas operaciones son independientes, no se descarta que acaben conectadas.
Lemar necesita minutos para recuperar su nivel y el Lyon podría ser el destino ideal. En Francia todavía se le respeta por su pasado en el Mónaco y por haber sido campeón del mundo en 2018. Volver a Ligue 1 podría reactivar su carrera y facilitar una futura venta o, al menos, una cesión con opción de compra.
En cualquier caso, en el Atlético de Madrid saben que urge encontrar una solución. Tener a Lemar en la plantilla sin contar para Simeone solo añade tensión a una pretemporada ya exigente. Además, el club necesita espacio para seguir incorporando jugadores en otras zonas del campo. La operación no está avanzada, pero los contactos están abiertos y el propio jugador estaría dispuesto a escuchar ofertas.