El Atlético de Madrid ya trabaja en los cimientos de su nuevo proyecto. Con la derrota en el Mundial de Clubes, Simeone y su cuerpo técnico han activado distintos frentes de mercado, con especial atención en una posición: el lateral derecho. En esa zona del campo se avecinan movimientos que podrían alterar por completo la configuración del equipo.
Marcos Llorente ha sido parte importante del engranaje rojiblanco, especialmente como comodín en la banda. Peroel plan de Simeone podría liberar al madrileño de esa función. El técnico argentino ya ha mantenido conversaciones con él en las que se le perfila un rol diferente, condicionado por un fichaje que el club contempla con seriedad.

Areso, en la órbita rojiblanca
Ese futbolista es Jesús Areso. El lateral navarro, actualmente en Osasuna, parecía tener su futuro ligado al Athletic Club. Sin embargo, las negociaciones con el conjunto bilbaíno se han enfriado, y desde el Metropolitano se ha reactivado un interés que viene de la segunda vuelta de la pasada temporada.
El Atlético ya ha hecho saber al jugador su voluntad de contar con él, y el futbolista escucha con atención. El movimiento depende en gran medida del futuro de Nahuel Molina. El internacional argentino tiene mercado tanto en la Premier League como en la Serie A.
Su salida abriría la puerta para la llegada de Areso. Simeone ve en él un perfil ideal: potente físicamente, fiable en defensa y con capacidad para abarcar toda la banda.
Osasuna, firme con la cláusula
En El Sadar, el mensaje es claro: quien quiera a Areso deberá pagar los 12 millones de euros de su cláusula. Braulio Vázquez, ya ha reconocido públicamente que el jugador ha rechazado varias propuestas de renovación. “Lo normal es que salga”, admitía días atrás el director deportivo.
Como precaución, Osasuna ha cerrado la incorporación de Valentin Rosier, procedente del Leganés. Lo que refuerza aún más la sensación de que Areso hará las maletas.
El Athletic, por su parte, ya valora un plan B: la repesca del también navarro Hugo Rincón. Pero la irrupción del Atlético ha cambiado el tablero. Y Areso lo sabe.