La contaminación es un problema grave en España. La calidad del aire cada vez es más baja, y eso contribuye a dañar el estado de salud en las personas. Según los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), en 2022 hubo 25.500 muertes prematuras que se atribuyen a este suceso.
Los números son alarmantes, y los gobiernos ya comienzan a tomar medidas para mejorar la situación. En Barcelona, por ejemplo, se implementó la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que restringe la circulación de muchos vehículos. Entró en vigor en 2020, aunque se atrasó unos meses por el estallido de la pandemia del coronavirus.
Poco a poco, los municipios que forman el Área Metropolitana de Barcelona se están sumando para adoptar estas restricciones. Los coches que no cumplen con los requisitos solo pueden circular desde las 20h hasta las 7h del día siguiente, mientras la normativa está exenta durante los fines de semana. Algo similar se está aplicando en Madrid
Los coches que no podrán circular por Madrid
Desde el 1 de julio, Madrid implementará medidas estrictas y comenzará a multar a los vehículos más contaminantes. El Ayuntamiento fijó un período de advertencia, que comenzó el 1 de enero, y envió cartas de advertencia a los conductores que incumplían las normas fuera de la M-30. En ese caso, solo son avisos y no se ha puesto ninguna multa.
Sin embargo, a partir de julio las cámaras de vigilancia comenzarán a sancionar a los vehículos más contaminantes que circulen por cualquier área del término municipal de Madrid. Las multas se aplicarán a los vehículos que estén en la categoría A y no tengan el distintivo de la DGT. Concretamente, son los vehículos diésel matriculados antes de 2006 o los de gasolina anteriores al año 2000.
También se castigará a los vehículos que no estén empadronados en Madrid antes del 1 de enero de 2022. Y a los que no hayan abonado el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Las multas pueden alcanzar 200 euros, aunque puede bajar a 100 si se paga antes de los 20 días de la notificación.
Dicho esto, el Ayuntamiento de Madrid ha instalado más de 460 cámaras en toda la ciudad. Estas nuevas decisiones quieren proteger el medio ambiente y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Las personas que tengan los vehículos afectados deberán comprarse uno nuevo si quieren circular por la capital.