Una mano sostiene unas llaves de un coche frente a un vehículo con el logo de Ford en primer plano.

Confirmado: Ford reconoce que la situación es preocupante y lanza un aviso en EE. UU.

El crecimiento de fabricantes como BYD y Xiaomi obliga a Ford a tener que rediseñar su producción desde cero

Durante décadas, Ford fue sinónimo de industria automotriz norteamericana. Sus modelos se exportaron por todo el mundo y su marca se convirtió en un emblema global.

Pero algo ha cambiado. La presión ahora viene de lejos, y más rápido de lo que la marca había previsto.

Concesionario de autos Ford con varias camionetas blancas estacionadas y un gran letrero azul de la marca en primer plano
Ford quiere apostar por los coches eléctricos ante la amenaza de China | Getty Images

La amenaza viene de Oriente

Jim Farley, director ejecutivo de Ford, viajó en 2024 a China. Quería observar de cerca a los fabricantes que más rápido están ganando terreno: BYD, Xiaomi y Changan. Lo que encontró lo sorprendió profundamente, según sus palabras, lo que más le inquieta no es el precio ni la calidad de los autos chinos.

Es la velocidad con la que innovan. Farley señaló que estas empresas han logrado una producción altamente eficiente, destacó el uso de baterías LFP, con menor coste y buena fiabilidad. También apuntó su capacidad de integración vertical, que les da más control sin depender de proveedores externos.

Replantear el futuro de Ford

Ante este panorama, Ford ha decidido reaccionar. La empresa estadounidense no se quedará de brazos cruzados mientras su cuota de mercado peligra. Por eso, ha anunciado una reestructuración interna: se centrará en crear vehículos eléctricos más pequeños, accesibles y rápidos de fabricar.

Bandera de Estados Unidos ondeando junto a una autopista llena de autos con el logo de Ford en primer plano.
La nueva reestructuración de Ford para mantener su posición | estoesatleti.es, ford, Getty Images de AnthonySchafer, Pexels de Lucas França

El encargado del cambio será Alan Clark, exingeniero de Tesla. Su misión: liderar una nueva plataforma que reduzca costes y tiempo de producción. El propio Farley lo admite: "Necesitamos plantas más pequeñas, menos mano de obra y reducir la complejidad", todo para acercarse a la eficiencia china.

China marca el ritmo global

Ford incluso desmontó un modelo eléctrico de BYD para entender mejor cómo lo fabrican. Esta autopsia industrial reveló por qué los fabricantes chinos avanzan tan rápido. A diferencia de otros, fabrican sus propias baterías, esto les permite reducir precios y depender menos de terceros.

En cambio, Ford aún necesita adaptar sus fábricas. La marca es consciente de que el reto no es sólo crear un coche competitivo. El verdadero desafío está en producirlo a gran escala con las nuevas tecnologías.

¿Conseguirá Ford ponerse al día?

Fundada por Henry Ford en 1913, la compañía ha superado muchos desafíos, pero este podría ser uno de los más complejos. En 2024, retomaron la senda eléctrica con el Ford Explorer, totalmente eléctrico. Fue un paso adelante, pero insuficiente para igualar el ritmo chino.

Ahora, con una nueva estrategia y liderazgo técnico renovado, Ford intenta acortar distancias. Si tendrá éxito, aún está por verse, pero algo ha quedado claro: la batalla por el coche eléctrico ya no se libra solo en Estados Unidos o Europa. El nuevo campo de juego está en Asia, y va a toda velocidad.