Con el objetivo de luchar contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales, Hacienda está poniendo el foco en las operaciones de los contribuyentes. Por eso, los residentes en España que cuenten activos en el extranjero deberán cumplir con una serie de obligaciones tributarias si no quieren enfrentarse a duras sanciones.
Las personas que tengan cuentas bancarias, bienes inmuebles, derechos u otros elementos financieros fuera del país deberán entregar un documento importante. Se trata del Modelo 720, diseñado específicamente para este fin en concreto. Esta herramienta permite a la Agencia Tributaria controlar la evasión de impuestos y tener un control más amplio.
¿En qué consiste el Modelo 720 de Hacienda y quién tiene que presentarlo?
El documento debe incluir información detallada sobre cuentas bancarias, valores, bienes inmuebles o rentas, entre otros. Si el valor de todos los activos no supera los 50.000 euros, no será necesario presentar el Modelo 720 a Hacienda.
Los contribuyentes que sí deben entregarlo tienen diferentes bloques que deben rellenar:
Bloque 1: Cuentas en entidades financieras extranjeras.
Bloque 2: Valores, derechos, seguros y rentas obtenidos en el extranjero.
Bloque 3: Bienes inmuebles y derechos sobre bienes inmuebles en el extranjero.
Sanciones por no presentar el Modelo 720
La Agencia Tributaria puede imponer multas significativas a las personas que presenten el Modelo 720 de forma incorrecta, y a los que no lo entregan dentro del plazo. En 2024, los contribuyentes tienen como fecha límite el próximo 1 de abril.
El Modelo 720 puede presentarse por internet en la web de la Agencia Tributaria. No obstante, en caso de sufrir problemas técnicos que impidan su entrega, Hacienda deja 4 días más.
Las sanciones están recogidas en el Real Decreto 2063/2004 y en la Ley General Tributaria. Las multas pueden ser más o menos graves dependiendo del caso y la gravedad.
Puede haber sanciones de entre 100 euros y 20.000 euros por no presentar declaraciones en el plazo establecido o por incumplimientos menores. Por ejemplo, no comunicar el domicilio fiscal. Asimismo, hay otros castigos que pueden oscilar desde los 150 euros hasta del 2% del valor de los activos no declarados.
En esos casos, se imponen cuando se presentan declaraciones incorrectas o se responde de manera inadecuada a solicitudes de información.
Dicho esto, es esencial que los contribuyentes con activos en el extranjero cumplan con sus obligaciones tributarias. Hacienda supervisa de forma minuciosa todas las operaciones, y es prácticamente una obligación conocer los plazos establecidos para presentar la documentación pertinente y evitar multas.