El programa de televisión La Sexta Xplica es uno de los más mediáticos debido a los consejos que se dan. Y es que siempre va bien aprender de la mano de los expertos que participan en el debate.
En un episodio reciente del programa, pudimos conocer la historia de José Luis, uno de los afectados por el fuerte aumento de las hipotecas. El hombre quiso explicar su mala experiencia financiera con el préstamo.
Hace más de un año pagaba 600 euros al mes por su hipoteca; una cifra alta, pero que podía asumir. Sin embargo, ahora esta cifra ha subido hasta cerca de 1.600 euros mensuales, un incremento que le causa muchísima preocupación.
El gran problema de un hipotecado con su cuota mensual
En el programa de La Sexta, el afectado ha asegurado que tiene una hipoteca creciente. Es decir, un tipo de préstamo cuya característica principal es que la cuota se incrementa de forma exponencial.
Esto sucede, sobre todo, al llegar a la mitad del plazo del préstamo hipotecario. Es en este momento cuando muchos afectados, como José Luis, se dan cuenta de lo que esto supone para su economía.
Ya ha probado diversas estrategias
Por otro lado, José Luis también quiso compartir con la audiencia, así como con los expertos, todas las estrategias que ha intentado llevar a cabo con el objetivo de gestionar esta complicada situación.
Así, ha afirmado que no deja de intentar negociar con el banco, que ha enviado cartas al servicio de Consumo y que incluso ha llegado a contactar con el Defensor del Pueblo. Sin embargo, nada de esto le ha proporcionado la solución que buscaba.
Este fue el consejo de Gonzalo Bernardos: "Amenaza al banco"
Gonzalo Bernardos, economista experto y que suele participar en el programa, intentaba darle un consejo a José Luis tras escuchar su desesperada situación. De este modo, el experto le indicó: “¿Quieres un consejo? Amenaza al banco con que vas a dejar de pagar”.
Tras escuchar este consejo, Verónica Sanz, presentadora del programa, lo calificó como una “sugerencia envenenada”. Por su parte, el experto explicaba que su consejo no era que dejase de pagar, sino que utilizara la amenaza como otra herramienta de negociación. Como argumento, indicó que esto transformaría el problema del cliente en uno del banco.