Las antiguas monedas de cinco pesetas han resurgido de sus cenizas en el mundo de la numismática. Estas piezas, que estuvieron en circulación hasta la llegada del euro en 2002, han adquirido un valor impresionante en el mercado de coleccionistas. Su escasez, los errores de acuñación o las rarezas las convierten en auténticos tesoros.
Hay una ingente cantidad de pesetas que no se cambiaron a euros. Asimismo, algunos de estos ejemplares se han revalorizado y pueden alcanzar precios extraordinarios en subastas y portales de compraventa. Es probable que todavía tengas "duros" perdidos en algún rincón de casa, y existe la posibilidad de que cuentes con un bien muy codiciado.
Las monedas de 5 pesetas que puedes vender por cantidades asombrosas
5 pesetas de 1895 (18-95): Conocida como el "duro de Alfonso XIII", esta moneda de plata fue acuñada en Madrid en 1895. Se vendió en una subasta de la casa Heritage por la impresionante cantidad de 82.763 euros en agosto de 2023.
5 pesetas de 1869 (18-69): Diseñada por el grabador Luis Marchionni, esta moneda es extremadamente rara, y los expertos en numismática advierten que solo se acuñaron 100 ejemplares. En subastas recientes, esta moneda se vendió por 20.000 euros en 2022 y 12.500 euros en 2023.
5 pesetas de 1949 (19-52): Conocida como las "5 pesetas de Franco", esta moneda es escasa y se diferencia físicamente de las anteriores en gramos y diámetro. En una subasta de Aureo & Calicó en 2021, se vendió por 20.000 euros.
5 pesetas de 1809 Girona Fernando VII: Esta moneda, relacionada con la ocupación napoleónica en Girona, es muy peculiar y cuenta con pocos ejemplares conocidos y registrados. En 2018, una de estas monedas se vendió por 27.000 euros en una subasta de la casa Cayón.
5 pesetas de 1888 (18-88): Lo que hace especial esta moneda son las sigas MSM, de los ensayadores Mauricio Morejón Bueno, Pablo de Salas Gabarrell y Angel Mendoza Ordóñez. Esta pieza, escasísima en el mercado, es muy buscada por los coleccionistas. El ejemplar más caro conocido se vendió por 16.500 euros en 2010 en una subasta de Marti Hervera & Soler y Llach.
Estas monedas no solo son objetos de colección, sino también ejemplares que reflejan las cantidades que se mueven en la disciplina de la numismática. Muchas piezas de euros y céntimos han adquirido un valor inmenso con el tiempo, y las pesetas también pueden ostentar un precio asombroso. Las personas que dispongan de una de estas reliquias podrían tener en sus manos un elemento que vale su peso en oro.