El Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) ofrece unas prestaciones fundamentales para millones de personas. Quedarse en el paro puede tener graves consecuencias, y la falta de ingresos puede pasar factura a muchas familias. Por eso, este organismo se encarga de brindar unos recursos esenciales para cubrir las necesidades más básicas.
Dicho esto, hay personas que dejen su empleo de forma voluntaria. El SEPE tiene las condiciones muy claras en esta situación, y por norma general no se proporciona ningún tipo de ayuda. En su página web informa que para cobrar la prestación por desempleo, la baja debe ser involuntaria, ya que el sistema protege a las personas que quieren trabajar y no pueden.
Asimismo, el SEPE señala algo clave. Y es que una persona que se ha ido voluntariamente de su trabajo, si encuentra otro y es cesado al poco tiempo por no superar el periodo de prueba, no puede tampoco cobrar el paro. Esto sucede si no han pasado más de tres meses desde que dejó su anterior empleo por voluntad propia.
¿A partir de cuándo puedes cobrar el paro si dejas tu empleo voluntariamente?
Hay otros casos, sin embargo, en los que sí puede cobrarse la prestación por desempleo aunque no hayan pasado estos tres meses. Por ejemplo, si el cese en una segunda empresa es por otros motivos, como la finalización del contrato, el trabajador sí podrá percibir la prestación por desempleo. En este caso, el tiempo que ha transcurrido desde la baja voluntaria anterior no afecta.
Por otro lado, el SEPE pone otro supuesto. Si un trabajador es cesado dos veces por no superar el período de prueba, y luego una tercera vez, se puede cobrar el paro. No obstante, deben cumplirse unos requisitos, y es que deben pasar al menos tres meses desde el segundo cese hasta el tercero.
Además, si el cese en la segunda empresa se produce pasados los tres meses de la baja voluntaria en la primera empresa, esto ya da derecho a paro. Así pues, lo que está claro es que para cobrar el paro tras una baja voluntaria siempre hay que pasar antes por otro trabajo.
El SEPE ofrece prestaciones que son de gran ayuda. La prestación por desempleo es la más popular, pero también cuenta con el subsidio por desempleo para las personas que han cotizado menos de 360 días. Además, una vez se agoten estas opciones, hay otras alternativas muy interesantes.