Durante toda su carrera, Carlo Ancelotti ha hecho debutar a cientos de jugadores. El italiano ha pasado por los mejores equipos del mundo y en todos ellos ha dejado su huella con nuevas incorporaciones, pero el caso de Jacob Mellis es totalmente distinto.
Jacob Mellis es un futbolista inglés que ahora tiene 32 años, pero que llegó al Chelsea en 2007 con apenas 16 y que rápidamente descubrió la cara más amarga del fútbol. Y eso que su andadura en el club londinense no pudo empezar mejor, pues se asentó como titular en el filial durante dos años antes de salir cedido. Sin embargo, su aventura lejos del Chelsea fue breve y volvió para ponerse a las órdenes de Ancelotti en 2010.
Fue entonces cuando Jacob Mellis hizo su debut en la UEFA Champions League y todo cambió. Su carrera, que hasta entonces tenía un claro impulso ascendente, empezó a tambalearse y el alcohol empezó a hacer mella en su rendimiento. De hecho, actualmente no tiene casa ni trabajo y confiesa estar viviendo un calvario.
Jacob Mellis, de tenerlo todo a no tener nada
Jacob Mellis es uno de esos futbolistas que no saben gestionar el éxito, pero su caso es realmente sorprendente por varios motivos. Para empezar, no todos pueden formar parte de una de las canteras más prolíficas de Inglaterra, pero además, todavía menos jugadores pueden decir que debutaron con Carlo Ancelotti en Champions.
Pero en el año 2012 la carrera de Jacob Mellis, que ya venía en claro declive por culpa del alcohol, terminó de manera abrupta. Y es que, tal y como explica el diario Marca, "fue en marzo de 2012, cuando Jacob Mellis militaba en el equipo reserva, una mañana de entrenamiento fabricó una granada de humo y la hizo explotar en el vestuario."
A raíz de ese incidente, Jacob Mellis fue despedido del Chelsea y pasó por varios equipos de segunda categoría hasta el día de hoy, que está arruinado y sin equipo.
El calvario de Jacob Mellis: "Fueron mi perdición"
Ahora, con 32 años, Jacob Mellis ha concedido una entrevista para pedir ayuda y exponer su caso, y lo cierto es que es su situación es realmente desesperante. No tiene casa, ni trabajo ni ingresos.
Jacob Mellis lleva el último año y medio dando tumbos en busca de ayuda y de un sitio para dormir. Muchas veces son amigos o familiares los que acuden a su rescate, tal y como él mismo explica. "Esta gente intenta ayudarme todo lo que puede, voy cada día pensando dónde ir. Me consiguen camas, hoteles donde quedarme... es algo que jamás piensas que puede ocurrirte".
Sin duda, unas duras declaraciones que vienen a resumir la carrera de Jacob Mellis, que avisa que "cuando bebes, pierdes el control de lo que haces. Sin duda, aquello y las salidas nocturnas fueron mi perdición".