Un año exacto separaba el segundo enfrentamiento liguero Atleti – Barça de una temporada del de esta. El de hace un año en campo contrario convirtió al Atlético de Madrid en el vigente campeón de la Liga. En la penúltima jornada de su reinado el sino se invirtió. El Atlético de Madrid cayó por la mínima y con esos tres puntos convertía a los blaugranas en los nuevos campeones y deja al Atleti necesitando empatar o ganar para quedar por delante del Valencia que solo pudo empatar ante el Celta.
El fulgurante inicio del Atlético no dejó que el Barcelona creara ocasiones de salida. La presión alta funcionó y creó desde el córner derecho dos ocasiones consecutivas antes del minuto 10. Además una filigrana de Arda Turan asistiendo al borde del área grande metió el miedo en el cuerpo al Barcelona.
La mayor frescura del Atlético sin compromisos en Champions entre semana le dotaba en el tramo inicial de más porcentaje de acierto en los pases. Solo el talento puro de Neymar con Messi inquietaba al Atlético por banda derecha de la defensa rojiblanca. Tras el arreón inicial el Atlético dejó al Barcelona dominar la pelota para hacerle daño a la contra y presionando la salida de balón de Pique y Mascherano. Con Griezmann volcado a la izquierda las llegadas trenzadas del Barcelona se alternaron con fases de varias contras y algún córner que creaba congoja en la defensa blaugrana, nada cómoda defendiendo el balón parado de los atléticos.
El Barcelona pidió un par de penaltis, uno por mano de Juanfran y otro por posible derribo a Alves en el área. Ninguno le parecieron a Undiano que amonestó a Dani Alves por excederse en las protestas. El consenso mayoritario es que el primero pareció penalti.
El Barcelona notó la relajación con la que había jugado el primer tiempo dejando madurar a un rival que no mostraba fisuras y apretó el ritmo ofensivo. Sin embargo, el Atlético lejos de arrugarse buscó las descoordinaciones en ataque y las jugadas a balón parado donde los blaugranas sufrían defendiendo.
El cuadro rojiblanco no supo materializar sus acercamientos y apenas disparó sobre puerta. Un disparo de Torres y un cabezazo alto de Godín fue el único bagaje ofensivo del Atlético que empezó a dejar sobre el cuarto de hora de la segunda mitad demasiado suelto a Messi al que había tenido una hora bien retenido. Pero con media ocasión a Messi le vale para marcar y durante el partido el argentino tuvo varias. Messi robó en la frontal del área y combina con Pedro que le devuelve la clásica pared en la que abre el ángulo el argentino y cruza inapelable a palo cambiado. Gol que vale un título.
Neymar desaprovechó la ocasión de ampliar distancia a los pocos minutos del 1-0. Robó Rakitic un balón y la carrera de Messi en un dos para dos los disparó Neymar al cielo madrileño cuando lo fácil era marcar. Pedro también tuvo un disparo claro desde fuera del área.
Simeone movió banquillo y sacó a Mandzukic y Raúl García por Arda y Mario. El efecto de jugar con cuatro arriba delante de Koke no generó más ocasiones sí partió más al equipo. La salida de Saúl por Torres intentó dar más equilibrio al equipo. El equipo solo tuvo leves latigazos en forma de acercamiento por la banda de Siqueira.
El Barcelona tiró a la basura los últimos minutos y no permitió jugar nada. Lluvia de tarjetas, muchos empujones y nada de juego para finalizar el encuentro. Ganó el que más lo buscó (tanto el partido como el campeonato) en un campo difícil de puntuar y que el propio Luis Enrique denominó como “infranqueable”.
Los rojiblancos con el empate del Valencia quedan momentáneamente a tres puntos de su perseguidor y precisa de al menos un empate para certificar la tercera plaza que da acceso directo a la Liga de Campeones. No queda más que, como dice Simeone “felicitar con un gran aplauso al nuevo campeón”, y seguir trabajando para conseguir los objetivos marcados.