Francia y Hungría en el mundial de Argentina

El día que un club de fútbol jugó un mundial de selecciones

Francia y Hungría debían disputar un partido, pero ambos se presentaron con equipaciones de colores similares

Nos ponemos en situación: 10 de junio de 1978, estadio Jose María Minella. Mar del Plata, Argentina. Se está jugando el Campeonato del Mundo organizado por la FIFA.

Este día debían enfrentarse las ya eliminadas selecciones de Francia y Hungría en el partido que cerraría el grupo 1. Los húngaros, a pedido de la FIFA, llevaron su camiseta suplente, la blanca, en vez de la roja tradicional, alegando que era mejor para la retransmisión (en blanco y negro) para la TV. Pero hubo un inconveniente, los franceses por iniciativa propia decidieron también usar la camiseta alternativa en vez de la tradicional “blue”, por lo que los dos equipos se encontraron en la cancha sin ningún tipo de indumentaria de recambio.

Ante la absoluta incredulidad de todos los asistentes, a una persona se le ocurrió una solución, la más rápida y sensata: ir a alguna de las sedes de los clubes más cercanos al “Estadio Mundialista” y tomar prestadas camisetas de ese club.

Según cuenta la historia, la primera parada fue en el Club Atlético Boca Juniors de Mar del Plata, pero la encontraron cerrada. Ante esa situación, continuaron por Avenida Independencia, la avenida más cercana al estadio hasta Avenida Independencia al 3030, que es allí donde se encuentra la sede del club marplatense, apodado “Dragón“. De ahí tomaron prestadas las “casacas” clásicas del club con rayas horizontales blancas y verdes.

La imagen de los galos que vestían medias rojas, pantalones azules y camisetas albiverdes era cuanto menos, curiosa. También comentar que algunos números no coincidían con los de los pantalones, por ejemplo Dominique Rochetau y Oliver Rouyer tenían en sus pantalones los números 7 y 11, mientras que en las camisetas llevaban el 18 y 20.

El partido lo ganó Kimberley, bueno, Francia. El resultado fue 3-1, con goles de Christian Lopez, Marc Berdoll y Dominique Rochetau para los franceses y de Sándor Zombori para los húngaros. Aunque no valió para nada, porque los dos equipos ya estaban eliminados. Para lo que sí valió fue para que por primera vez en la historia, un club de fútbol fuera capaz de participar y ganar un partido de la Copa Mundial.