Montaje de Pedri junto a una captura de pantalla de la rúa del FC Barcelona

El emotivo gesto de Pedri que no se vio en la rúa y que lo hace mejor jugador todavía

El canario tuvo un bonito detalle con un compañero

El FC Barcelona convirtió un lunes cualquiera en el mejor día de la semana. Tras proclamarse campeones de LaLiga el pasado fin de semana, ayer decidieron hacer la clásica rúa de campeones, en la que miles de aficionados los arroparon. Todos ellos pudieron ver el emotivo gesto que tuvo Pedri que lo convierte en un gran jugador, pero sobre todo, en una gran persona.

Mientras el autobús recorría las calles de la ciudad, el canario pidió al público que coreara el nombre de uno de sus mejores amigos dentro del vestuario, Ansu Fati. El delantero está pasando probablemente por su peor momento desde que llegó al primer equipo y detalles como este son los que necesita para recuperar su nivel.

La actitud de Pedri le enaltece todavía más y ya son millones los usuarios que han podido ver el vídeo colgado en redes sociales. Es el ejemplo perfecto de que a un amigo nunca puedes dejarlo solo.

Pedri y su detalle de leyenda

Situado justamente a las espaldas de Ansu Fati, el canario pidió a los aficionados (sin que el delantero lo viera), que coreen el nombre de su amigo y compañero. Los blaugrana, fieles a sus futbolistas, así lo hicieron, pese a no estar demasiado contentos con él.

Para el '10' culé, significó algo muy importante sentirse arropado por su público después de un año francamente malo. Ha rendido muy por debajo de sus posibilidades y su salida ha dejado de ser tan solo un rumor.

Al igual que otros como Raphinha o Ferran Torres, Ansu Fati tiene colgado el cartel de transferible y una buena oferta haría que Laporta no se lo pensara dos veces. A pesar de que creen que si vuelve a recuperar su nivel, será de los mejores del mundo, han agotado su paciencia.

El atacante disfrutó ayer como el que más, y el emotivo gesto que tuvo Pedri también le habrá marcado. Aun así, una rúa no quita la realidad, y Ansu Fati, con todo el dolor de su corazón, podría abandonar la que sigue siendo su casa demasiado pronto.