Los mundiales de fútbol son el acontecimiento qué cada apasionado de fútbol recuerda a la perfección cada cuatro años. Se dice que después de vivir tres Campeonatos del Mundo, un joven se convierte en adulto. Prácticamente, marca el ritmo de la existencia de los que siguen el deporte día a día. La historia de este artículo 7 años atrás en el tiempo, hace dos torneos, la gran victoria de España. ¿O fue Portugal el ganador?
Esta es la historia de cómo los lusos conquistaron su primer Mundial de la historia sólo en Corea del Norte.
En aquella edición, los norcoreanos cayeron en un grupo muy fuerte: Brasil pentacampeona, Portugal con Cristiano Ronaldo y Costa de Marfil con Drogba y Yaya Tourè. Tres grandes equipos que tenían que luchar por dos puestos para octavos de final y una selección de la que nadie se esperaba nada. Condenada a la eliminación sin opciones.
Contra todo pronóstico, en el primer encuentro de la fase Brasil sólo supera 2-1 a Corea del Norte. Además, no les fue nada fácil desbloquear el partido. Los norcoreanos logran un tanto histórico de la mano de Ji Yun-Nam a un minuto para el final. Un tanto que en Pyongyang viene acogido con entusiasmo. Su escuadra plantó cara a los todopoderosos brasileños.
Segundo partido: Portugal. Después del empate ante Costa de Marfil, los hombres entrenados por Carlos Queiroz necesitaban los 3 puntos y además, marcar muchos goles para que, en caso de empate, el ‘golaverage‘ sirviera para superar a los africanos. Y eso fue lo que ocurrió, sin piedad, Cristiano y sus compañeros endosaron un 7-0 letal a los asiáticos.
Pero en Pygongyang no fue así. En el minuto 60 la transmisión se interrumpe, no llega la señal televisiva y ‘oficialmente’ el partido acabó ahí. Resultado: 4-0, los otros tres goles del partido nunca existieron. El día siguiente, los pocos medios de información norcoreanos cuentan la histórica resistencia de la selección contra el ‘acorazado’ portugués, candidato a la victoria final.
¿Candidata? No, el mejor equipo del mundo. De hecho destruyó a todos los adversarios que encontró hasta su camino en la final y además levantó el torneo. De esta manera, perder 4-0 contra Portugal, resistiendo estoicamente durante 29 minutos 0-0 era una gesta digna del régimen.
De aquel Mundial de 2010, en Corea del Norte nadie vio un minuto más. Los norcoreanos continuaron a creer, a soñar y quizá a animar a los lusos. El 29 de junio de 2010 en Ciudad del Cabo, España elimina a Portugal con un gol de David Villa. En Pygongyang no fue así. El 11 de julio de 2010 todo el planeta vivió el gol de Andrés Iniesta y la agónica final en la que ‘la roja’ alzaba su primer Campeonato del Mundo. En Pygongyang, sin embargo, se celebraba que Portugal había sido el ganador. El equipo que había sudado tinta para batir la dura resistencia de Corea del Norte, conquistaba el torneo. La derrota ‘sólo’ por 4-0 contra los mejores no era una humillación
La historia escrita está rescatada gracias al testimonio de Alvaro Leite. Un asistente de vuelo portugués que ha podido hablar con diversos ciudadanos norcoreanos que sabían inglés y contaban cómo Cristiano Ronaldo es famoso en su país por, entre otras cosas, ganar el Mundial de 2010.