Campo de futbol en blanco y negro

¿Reinserción o veto? El futbolista del Portugalete condenado por abuso sexual

La noticia se conoció el pasado mes de junio

Desde a finales del pasado mes junio, tras conocerse la noticia del fichaje de Paul Abásolo por el Portugalete, se ha abierto un debate viejo: ¿Reinserción o veto a un futbolista condenado por abusos sexuales?. Es un debate complicado, ya que se ponen en liza muchos aspectos éticos, sociales y jurídicos.

Para poner al lector en situación debemos remontarnos hasta el 2010 cuando el jugador por entonces del Real Unión de Irún, Paul Abásolo, fue condenado por delitos de abusos sexuales por cometer  agresiones sexuales a cinco mujeres durante 2006 y 2007 en Gernika. Sin embargo, solo fue juzgado de cuatro de los ataques porque una de las víctimas retiró la denuncia el mismo día del juicio.

La Audiencia Provincial de Bizkaia le impuso una condena de tres años y tres meses de cárcel por tres delitos de abusos sexuales, y le absolvió del cuarto porque la víctima no pudo reconocerle como el agresor, por lo que el tribunal se acogió al principio in dubio pro reo (en caso de duda, se favorecerá al acusado).

Según la sentencia condenatoria del tribunal, Abasolo forzó a las víctimas y les realizó tocamientos contra su voluntad, tras agarrarlas cuando se encontraban de espaldas. Dos de estas mujeres fueron agredidas en portales, y la tercera en la calle, a plena luz del día. Las tres le identificaron sin dudas en la rueda de reconocimiento.

En 2011, el Gobierno español del socialista José Luis Rodríguez Zapatero indultó al jugador a propuesta del entonces ministro de Justicia, Francisco Camaño.

En concreto, el real decreto 1808/2011 del 16 de diciembre conmutó las penas por otra única de dos años de prisión a cambio de participar en programas de reeducación sexual y de que no vuelva a delinquir en cuatro años, así que el futbolista no entró en prisión y no llegó a cumplir condena. Su única estancia en la cárcel fue un periodo de 5 meses en 2008 tras su detención.

El debate está abierto y ha provocado la ira del colectivo feminista de Portugalete, quienes han llegado a parar el pleno del ayuntamiento de la localidad bizkaína y que consideran que nunca ha dado muestras de reconocimiento de los hechos o de arrepentimiento, ni tampoco ha pedido disculpas, por lo que caben serias dudas sobre su rehabilitación.

Por otro lado encontramos la versión del club que, tras verse obligado a tomar parte y lanzar un comunicado, alega su compromiso en la defensa de valores como la igualdad de oportunidades y por tanto no pueden discriminar a nadie por tener antecedentes. El jugador que ya tuvo problemas y sufrió rechazo social en sus clubes anteriores entre los que figuran el Logroñés, Real Oviedo, Sestao River, Amurrio y Zamudio. El Portugalete ha reafirmado su fichaje y muestra un total apoyo a su jugador.

El debate sigue abierto en Portugalete, y parece que se mantendrá abierto toda la temporada.