El Sevilla ya planifica el próximo curso, y en la lista de bajas de Víctor Orta hay un nombre marcado en interrogante. No es un nombre cualquiera, sino el de uno de los futbolistas más importantes de las últimas dos décadas del club. Jesús Navas, capitán y líder absoluto en Nervión, está entre algodones y su estado de forma le condiciona el futuro.
El lateral derecho andaluz ha sido imprescindible para todos los técnicos que han pasado por el Sevilla, pero su participación cada vez es menor. No por rendimiento, sino porque padece una dolencia crónica en la cadera que le obliga a parar durante un cierto tiempo cada temporada. Su corazón le empuja a seguir jugando, pero el físico está a punto de decirle basta.
Jesús Navas, entre la ilusión y la realidad
Hace pocos días, Jesús Navas declaró en una entrevista que sigue con muchas ganas de seguir disfrutando al máximo del fútbol. Esta ilusión es lo que le empuja cada día a seguir trabajando, a pesar de que ya hace mucho tiempo que juega con dolor. Se ha acostumbrado y no parece afectarle en su rendimiento, pero si va a más deberá parar de forma definitiva.
A sus 38 años, Jesús Navas afronta la última temporada en Sevilla. Su contrato expira en junio, y no decidirá si lo alarga o no hasta el final, pudiendo valorar si se ve capaz de aguantar otra temporada. El dolor será el gran indicador del fútbol que le queda en sus botas.
Si fuera por la afición, Jesús Navas seguiría. Hasta un 70% quieren que sea él el lateral derecho del curso que viene, mientras que el 30% restante apuestan por Juanlu y un recambio de garantías. El Sevilla tampoco se ha pronunciado, pero lo más probable es que si él quiere le ofrezcan otro año más.
Una leyenda del sevillismo
Jesús Navas se ha convertido en una leyenda viva del Sevilla. Debutó con el primer equipo hace dos décadas, en 2002 con Joaquín Caparrós en el banquillo, y ha conquistado cuatro veces la Europa League. Además, también se proclamó campeón del mundo con la selección y jugó cuatro años en el Manchester City, ganando una liga.
Si finalmente su físico no pudiese soportar la exigencia del Sevilla, Jesús Navas tendría que decidir también si deja el fútbol o no. Entre las opciones estaría irse a una liga menor que no le obligase a tanto, aunque despedirse como sevillista sería lo más bonito.