Un libro titulado "La Historia Interminable" de Michael Ende con la imagen de un jugador de fútbol en la portada, colocado sobre una mesa de madera junto a un jarrón blanco.

'Álvaro Morata se va... Álvaro Morata se queda...': La Historia Interminable

El delantero español volvió a ofrecer un par de entrevistas donde reabrió un debate que el cerró la semana pasada.

Podría ser la nueva novela veraniega de Joël Dicker o el nuevo 'bestseller' estadounidense con el que ocupar las largas tardes de verano. Pero no, es el nuevo  'Marco Reus al Atlético' versión renovada y con novedades cada semana. Disponible en todos los medios a los que conceda una entrevista Álvaro Morata.

La sinopsis consta de un futbolista que, con contrato en vigor, se plantea la continuidad en su club cuando no hay ningún equipo que pague su claúsula de 15 millones. En cada capítulo de este libro, vemos como la opinión del protagonista cambia constantemente. ¿Por qué? Habría que preguntárselo a él mismo.

"No puedo imaginar lo que tiene que ser ganar con esta camiseta", comenta en uno de ellos. Sin embargo, en el siguiente capítulo vemos como matiza " luego hay que poner en la balanza lo que compensa y lo que no".

"Mi sueño es jugar en el Atlético", pero también "La Juve es donde quería estar", "mi sueño es triunfar en el Real Madrid" y "de pequeño me imaginaba en el Chelsea". ¡Quienes somos nosotros, para impedir los deseos de este 'plurisoñador' joven!

Cojan palomitas porque este verano tendrá la oportunidad de disfrutar de este gran libro, del que parece que aun queda la parte más interesante. 

Rendimiento en el Atlético de Madrid

El Atlético de Madrid ficha cedido a Álvaro Morata en el mercado de invierno de la  temporada 2018/19 y tras 6 goles en 17 partidos. A final de ese año los rojiblancos ejercerían la opción de compra por 55 millones. Al equipo colchonero le costó cada gol del delantero español: 9,17 millones de euros, toda una ganga.

En la campaña siguiente (2019/20), comienza como delantero titular del equipo donde acaba marcando  15 goles en 42 partidos. Desde la jornada 22, tras la derrota 1-0 contra el Real Madrid, apenas en dos partidos superaría los 70 minutos jugados  (Celta y Villareal). Su puesto lo ocuparían entre Ángel Correa, Diego Costa, Joao Félix y un Marcos Llorente que comenzaba a demostrar su olfato goleador.

Llegamos a los dos años siguientes, donde recalaría cedido en la Juventus. La llegada de Luis Suárez le dejaba sin opciones de ser el titular y decidió irse a Italia. Morata sería regularmente titular con los 'bianconeros' anotando 29 goles en 84 partidos (0,35 goles/partido)  con los que consiguió un título, la Supercopa Italiana.

La Juventus no compraría al futbolista, por lo que volvería al Atlético de Madrid a luchar por un puesto en la titularidad. Marcaría 15 goles en 45 partidos y desde la jornada 16 (derrota 0-1 vs Barça) solo superaría los 70 minutos jugados en seis partidos (Valladolid, Getafe, Rayo, Mallorca, Cádiz y Elche). Su puesto lo rotaría con Ángel Correa y un Memphis Depay recién fichado en el mercado invernal.

Y llegamos a la temporada pasada, la mejor del delantero español, hasta la fecha. Su espectacular primera vuelta a la que llegó con 17 goles entre todas las competiciones hacían augurar un año de récord. Nada más lejos de la realidad, tras la lesión de rodilla sufrida en febrero, el atacante rojiblanco no volvió a su nivel y solamente marcaría 4 goles más.

Bien es cierto que fue su temporada más goleadora, pero por las expectativas generadas, se esperaba más. También es importante remarcar que Morata muchos partidos trabaja para el equipo con ese trabajo en la sombra que también hacen futbolistas como Antoine Griezmann.  Aunque debe entender que, como delantero centro titular si no marca goles, es normal que le lleguen las críticas.

Jugador de fútbol con la camiseta del Atlético de Madrid en el campo de juego.
Morata | Google Imagenes

¿Es Morata injustamente criticado?

Todo lo que hemos hablado en el apartado anterior son datos. Quizás datos que no se ajustan a los números que debería llevar un delantero titular de un club grande y esa es la realidad. Sabemos que a Álvaro Morata no le gusta ser discutido y quiere ser siempre el delantero titular.

El problema es su inconsistencia, sus fallos en momentos determinantes y sus declaraciones cambiantes.

Simeone decide sentar en Dortmund a Morata y sacar a Correa porque quiere ganar el partido, no porque tenga algo personal contra Morata. La gente critica a Morata porque ha llegado a más de 20 goles solamente en una temporada. Todo esto, jugando una media de 45 partidos desde la campaña 2013/24.

Duela a quien le duela, no son números de un delantero titular de un equipo top de Europa. Del mismo modo que sabe que en la Selección Española es indiscutible, pero no porque le caiga bien al seleccionador de turno sino porque lleva 36 goles en 78 partidos.

De marcar un doblete contra Francia, igualaría a Fernando Torres recortándole 31 partidos, una auténtica salvajada. no es la primera vez que vemos como futbolistas rinden mejor en su selección que en los clubes done están. Casos parecidos son el de Ferrán Torres o, en su momento, Miroslav Klose o Lukas Podolski.

Es verdad que hay cierto sector de la afición que va a por él haga lo que haga. Pero, ¿a qué futbolista no le ocurre lo mismo? La sensación de que Morata está continuamente prestando atención a todo lo que se dice de él, es algo difícil de entender.

Y si encima les das voz en entrevistas, apaga y vámonos. Morata cae en las provocaciones de aquellos que solo buscan perjudicarle. Por el contrario, parece hacer caso omiso los que le critican sus números y esperan que los mejore por el bien de sus equipos.

No sabemos si este libro tendrá un final feliz. Lo que sí sabemos es que Atlético de Madrid y Selección Española necesitan hombres de club para llegar a los objetivos. Y con declaraciones como las de las entrevistas a El Mundo o El Desmarque, antepones lo individual a lo grupal y eso nunca es beneficioso.