Mercado de traspasos y Ángel Correa llevan siendo dos protagonistas de una misma película con el mismo final desde 2019. Aquel año la oferta del Milán por 40 millones no terminó de consolidarse y el argentino siguió vistiendo la rojiblanca. Además, en un año en el que fue capital para la consecución del undécimo título de liga.
El año pasado, más por motivos personales que profesionales, llegó una oferta de Arabia para hacerse con los servicios del argentino. El club siempre le ha abierto las puertas, en caso de que esa oferta fuese acorde con lo que se solicitaba... pero nunca lo fue y el argentino siguió en el Atlético de Madrid siendo muy importante para Simeone.
Bien es cierto que nunca ha acabado de afianzarse en el once inicial, pero la realidad es que su papel ha sido significativo siempre. Desde el banquillo, al Atlético de Madrid del Cholo, le ha dado unos aires frescos y una revolución necesaria para conseguir los éxitos recientes. Sus 79 goles y 56 asistencias en418 partidos en el club rojiblanco son clara prueba de que, con Simeone, siempre ha jugado.
Siempre importante para Diego Pablo Simeone
Es verdad que no se puede regar una planta diariamente con dos gotas de la mejor agua del mundo, debes saciarla para que no muera. Sin embargo, Simeone ha dejado claro que Correa es un ejemplo de cómo aprovechar los pocos minutos que el entrenador le pueda dar. Además de no quejarse, ser un hombre de equipo, trabajar en pos del grupo...
En definitiva, el rosarino es un jugador que todo entrenador y equipo querrían tener. Muestra de ello son los 41 partidos de media por temporada que ha jugado en la última década, con Simeone a los mandos. Aunque ahora mismo, tanto club como jugador estarían dispuestos a llegar a un acuerdo si llegan ofertas con las pretensiones que se piden.
Veremos como acaba esta vez. Muchos dirán que esta historia vuelve a ser como el cuento de la lechera, mucho dar vueltas a una misma cosa para terminar como siempre. Pero bueno, siguiendo con el símil, en una de estas tanto va al cántaro a la fuente que al final...