Las palabras se quedan cortas para describir el paso de Antoine Griezmann en el Atlético de Madrid. Con sus errores, imperdonables para muchos, y sus múltiples aciertos, el francés está a punto de entrar en la historia rojiblanca. Tres goles ante el Celta de Vigo y Griezmann ya roza con los dedos la cifra que dejó Luis Aragonés como máximo goleador histórico.
Un hijo pródigo
¿Era un goleador? No cuando llegó para aprender de Simeone. Un extremo habilidoso, rechazado por equipos franceses en su juventud y acogido por una Real Sociedad que competía en la Segunda División de España. Un buen jugador cuyo crecimiento nunca habría podido ser imaginado ni por el más optimista.
Muchos buenos jugadores pasaron por las manos de Simeone. Falcao, Diego Costa o Luis Suárez, todos ellos goleadores que nunca lograron la regularidad del francés. Griezmann llegó en 2014 y se convirtió en un ídolo hasta que, en el verano del 2019, tomó la peor decisión de toda su carrera.
El error imperdonable
Se marchó al Barça, de mala manera, pactando su fichaje a mitad de temporada y tras ganarse el amor de sus aficionados. Nadie le quería, nadie le respetaba y su nombre fue borrado ante cualquier opción de homenaje. Quiso un nombre y se le olvidó ser hombre, le recordó el Fondo Sur del Metropolitano.
Se equivocó y nadie más que él sabe que su marcha al FC Barcelona fue un error. No solamente en lo deportivo, sabe que el daño que provocó en la afición que le idolatraba era casi imposible de arreglar. Dos veces llegó a luchar por el Balón de Oro, las dos bajo las órdenes del hombre que lo llevó a lo más alto.
Vuelta a casa
Regresó, sabiendo que el clima que le esperaba era el mismo que podría recibir el mismísimo Figo tras su puñalada al Camp Nou. No pidió perdón, porque las palabras se las lleva el viento. Antoine Griezmann quería hechos, goles, rendimiento, algo que demostrara de verdad que había regresado para limpiar su nombre.
En su tercera temporada tras recuperar la rojiblanca, Griezmann ha vuelto a demostrar que es uno de los mejores del mundo. Un 2023 digno de los futbolistas más en forma, aunque estar en el Atlético impide que pueda ser valorado. Su gran objetivo es uno especial, muy emotivo, superar a Luis Aragonés y ser el mayor goleador de la historia del Atlético de Madrid.
Son nueve los goles que necesita Antoine Griezmann para ser una auténtica leyenda del club rojiblanco. Ya era un buen jugador, el mejor que habían visto muchos, pero quiere que sean los números los que le dejen en la historia. Nueve goles, eso es todo, nueve gritos al cielo para recibir el mayor homenaje que haya podido imaginar del Metropolitano.